- Fashion Week
Legendarios diseñadores se retiran del evento, otros llegan a la Gran Manzana, y los derechos femeninos se convierten en protagonistas.

La Semana de la Moda de Nueva York (NYFW), considerada una de las pasarelas más influyentes a nivel global, comienza hoy una nueva edición, presentando la colección FALL WINTER 2018, primero para hombres, y a partir del 8 de febrero para mujeres.
Este año, la Semana de la Moda de NYC estará marcada por la ausencia de diseñadores que antes eran habituales. Hablamos, por ejemplo, de Alexander Wang, que anunció hace un par de semanas el traslado de sus presentaciones de febrero y septiembre, cuando se celebra el evento, a la época de "pre-colección", en junio y diciembre.
El exdirector creativo de Balenciaga, cuya inaccesible "afterparty" ha sido casi tan esperada como sus diseños desde que emprendió su aventura en solitario en 2016, hará su última intervención siguiendo el calendario oficial de la Fashion Week el sábado 10.
Otras de las ausencias más importantes serán las de Proenza Schouler y Rodarte, que han desertado a los desfiles de alta costura de París; y la de Tommy Hilfiger, bastión de la moda estadounidense, que va directamente a Milán.
Victoria Beckham también toma las riendas de su presentación durante la NYFW y sus prendas protagonizarán eventos "íntimos" en la mansión James Burden de Manhattan, una reminiscencia de sus comienzos, hace 10 años, que celebrará volviendo a la Semana de la Moda de Londres en septiembre.
La última en anunciar cambios ha sido la firma Marchesa, codirigida por Georgina Chapman, aún esposa del productor hollywoodense caído en desgracia Harvey Weinstein, quien tras programar un "formato actualizado" para la jornada de cierre de la NYFW, decidió cancelar su desfile a última hora.
No todas son malas noticias. El éxodo de estas marcas que mencionado dio como resultado el paso de firmas como Bottega Veneta, o Juicy Couture, que pondrá a desfilar sus archiconocidos chándales de velvetón por primera vez en la Gran Manzana.
La "descentralización" de la NYFW comenzó en 2010, cuando el Lincoln Center, situado al oeste de Central Park, sustituyó como sede al céntrico Bryant Park, y a día de hoy las pasarelas se reparten entre los Spring Studios de Tribeca, el Pier 59 de Chelsea y espacios elegidos por cada casa de moda a lo ancho y largo de la ciudad.
En medio de todos los cambios, también es protagonista la sensación de que la manera de llevar las colecciones al público se está "pasando de moda". El año pasado, a raíz de esto, comenzamos a ver el movimiento "See now, buy now" (lo veo, lo compro), un método elegido por Ralph Lauren o Tommy Hilfiger, aunque otros como Tom Ford, que presentará colecciones para hombre y mujer, han decidido dar marcha atrás y disfrutar del tradicional margen de seis meses entre la pasarela y la compra.
Como una forma más de expresión, la moda adoptará también una posición política con un evento dedicado al movimiento "Me too", días después de que la misma Diane Von Furstenberg, directora del CFDA, proclamara "tolerancia cero" hacia el acoso sexual en la industria, sacudida por acusaciones contra reconocidos fotógrafos.