Mié, 09/30/2015 - 18:24
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Redacción Mujer
Llevadas de una generación a otra, parte de la cultura de algunos pueblos, las superticiones siguen estando presentes, a pesar de que en esta época se caracteriza por la facibilidad de acceder al conocimiento.
Y aunque hay quienes digan que no son supersticiosos, lo cierto es que es probable que en más de una ocasión, inconscientemente o no, hayan “tocado madera” para evitar que les suceda algo, por ejemplo casarse con un viejo, que por cierto es una de las supersticiones más comunes en Panamá.
¿De dónde provienen?
La educación recibida durante la infancia es el factor que tiene mayor peso a la hora de determinar que una persona vaya a ser supersticiosa en el futuro. “En el interior me decían que si uno ve una mariposa negra entrar a la casa significa que alguien se va a morir”, comentó Nilka, quien nació en la provincia de Penonomé.
En los deportes van de la mano; el exjugador de fútbol Diego Armando Maradona le tiene pavor a la sal, publicó el portal en internet Gol. El odio hacia el condimento por parte del exfutbolista se conoció en un partido a mediados de los años 80, cuando el masajista del club rival le tiró un puñado de sal encima. La broma no le salió a aquel hombre como esperaba y fue finalmente despachado.
Por otro lado, no todo ritual o creencia es una superstición, así lo explicó el autor, psicólogo y profesor Stuart Vyse para el sitio WebMD, dedicado a temas de salud. Vyse indicó: “La línea divisoria es si usted le da un significado mágico al ritual”. Así también describió que, por ejemplo, “si un atleta desarrolla un ritual antes de un partido, algo que muchos entrenadores animan a hacer, ya que puede ayudar al deportista a calmarse y enfocarse, algo así como la repetición de un mantra, eso no es ser supersticioso”, dijo Vyse. No obstante, “si usted piensa que tocar la pelota cierto número de veces le hará ganar el partido, entonces se ha introducido en territorio supersticioso”, concluyó el experto.
Qué hay detrás de una superstición
Una entrevista de trabajo o cualquier otro evento importante que genere las “ganas de tener el control o la certeza es la fuerza impulsora”. Tendemos a buscar algún tipo de regla, o una explicación de por qué las cosas suceden, explicó Stuart Vyse, y añadió que en algunas personas, a veces, la creación de una falsa seguridad es mejor que no tener certeza en absoluto. Por lo que nos da a entender que este tipo de creencias son como una especie de protección. El experto concluyó con que no importa el grado de confianza o preparación que se tenga para un evento —ya sea un partido de fútbol, una boda o una presentación— las cosas pueden suceder más allá de su control.
Las supersticiones más populares
El número 13 encabeza el listado de estas creencias, tanto así, que en muchos edificios los apartamentos de este piso son los que menos se venden.
Colocar en un vaso con agua dos cuchillos cruzados, para que deje de llover.
En Semana Santa no se debe subir a un árbol porque te conviertes en mono. Tampoco es aconsejable bañarse en el río ni en la playa porque te transformas en pez.
Barrerle los pies a una soltera: no encontrará esposo o se casará con un hombre viejo.
Cortarse el cabello en luna llena: es de buena suerte y ayuda a que crezca rápido.
Escuchar una voz a lo lejos llamándonos, no se debe contestar, ya que puede ser la muerte que está llamando.
Ponerse la pijama al revés. Esto evita que la bruja llegue a molestar en las noches.
Bautizar a los niños lo más pronto posible, esto evita que se los lleve la Tulivieja.
Si te pica la mano derecha vas a recibir dinero y debes meterla en la cartera.
Si sueñas con una persona en especial es señal de que debes comprar su fecha en el billete de la lotería.
Una pestaña caída: si la conservas entre los dedos puedes pedir un deseo y se cumplirá.
Las herraduras. Según los griegos, protegía de los hechizos realizados en esa época.
¿Y tú eres supersticioso(a)?
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