El balance ideal

Cuando nació mi bebé, que hoy tiene siete meses, sentí que todo se complicaba. Tenía que encontrar la manera de hacer todo, pero sin volverme loca en el proceso: ser esposa y mamá de 3 pequeñas (5, 2, 0), entrar al mundo escolar de las dos más grandes por primera vez la misma semana del parto (prekínder y maternal), cambiar de nana dos semanas antes de que naciera Andrea, trabajar en lo que me apasiona, que es mi negocio; atender a mis clientas de mentoría privada y  apoyar en actividades de labor social.

 En varios momentos de tensión, recordaba que no soy “superwoman” y me preguntaba a la vez ¿cómo puedo hacer un poco de todo si quiero vivir como antes, siendo “multitasking”? Entonces, empezó mi búsqueda y la respuesta apareció pronto: encontré un curso “online” de Productividad y me anoté. Definitivamente el secreto lo encontré allí.

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Todas sabemos qué es organización; lo difícil es ser constantes y fieles a nuestra agenda. A veces el problema es que hacemos mil cosas para sentirnos que trabajamos duro día a día, pero nos olvidamos de ser productivas. La productividad no es hacer las cosas por hacer y tachar una  lista enorme de tareas, sino tener verdaderos resultados que vayan alineados con tu propósito, tu pasión y tus metas.

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Ahora comparto contigo estos 10 “tips” para que seas más productiva en  tu vida personal, familiar y laboral:

1. Define metas de 90 días, luego metas mensuales y semanales. Asegúrate de agendar las tareas enfocadas a tus objetivos cada día, pero sin obsesionarte.

2. Realiza una lista diaria de “descarga”, en la que anotas todo lo que te preocupa, lo que no te deja dormir, tus pendientes. Revísalo y quédate con lo prioritario en este momento, con lo que importa en tu vida y lo que va alineado con tus metas.

3. Sé disciplinada y acaba con los distractores, los ladrones de tu tiempo. Whatsapp, Facebook, “e-mail”, celular, teléfono, hijos, esposo, mamá, amigas, jefe. Define qué harás para que estos distractores no te afecten más. Ejemplo: apagar el teléfono, revisar “e-mails” a ciertas horas, poner celular en silencio, trabajar fuera de casa.

4. Olvídate del “multitasking”. Dedica tiempo enfocada en una cosa a la vez, una persona a la vez, sin distracciones.

5. Encuentra un sistema de organización que te acomode a tu estilo. Agenda de papel o electrónica, aplicaciones o libretas.

6. Incluye en tus tareas diarias y metas tus temas personales, no solo profesionales.

7. Toma descansos o “breaks” mientras trabajas o durante el día. Aprovéchalos para revisar el celular, Facebook, pintar, bailar, comer, jugar con tus hijos. ¡A veces tenemos que tomarnos tiempo para distraernos y no hacer nada productivo! Esto te recarga las energías, te da más creatividad, te desconecta de los problemas.

8. Trabaja asignando actividades por días o en horarios específicos. Ejemplo: tiempo de mandados, de citas con clientes, para resolver asuntos de los hijos, etc.

9. Decide tú cómo vas a manejar tu tiempo. No dejes que los demás lo hagan por ti.

10. Inspírate a la hora de trabajar. Siéntete bien contigo misma, arréglate, tómate algo rico, crea un ambiente lindo, pon música, escápate a un lugar que te encante.

Concluí tres verdades:

1. Si no eres organizada, tampoco podrás ser productiva. El organizarte te ayuda a ordenar tu mente y crear una estrategia para enfocarte en lo realmente importante y avanzar en ello.

2. Si seguimos haciéndolo como siempre, estaremos siempre ocupadas sin ningún fin, además quedaremos estresadas y amargadas, aunque seamos dueñas de nuestro propio tiempo.

3. El querer hacerlo todo perfecto jamás te permitirá avanzar ni ser productiva. Tienes que empezar o terminar las cosas, aunque no queden como las soñaste. (“Done is better than perfect!”).