- Sexo y Pareja
A muchas personas les aberra algunas situaciones sexuales, aquí te contamos por qué...

Un fóbico sexual es quien evita por completo el sexo o se limita por temor, dolor u otras cuestiones que considera peligrosas. Hay quienes siquiera pueden hablar de sexo. El hecho de padecer una fobia sexual no significa que no haya atracción, impulso o deseo sexual. En estos casos, el miedo paraliza y quien sufre esta limitación se siente inhibido, bloqueado, incapacitado de concretar el acto. El que lo padece desea y teme al mismo tiempo. Y la respuesta más habitual, a modo de defensa, es el escape, el evadir las situaciones de encuentro.
Las fobias sexuales más comunes son:
- A tocar o acariciar el cuerpo (especialmente pechos, pezones y muslos).
- A mirar los genitales (los propios o los del compañero/a).
- A tocar los genitales de la pareja.
- A besar (los pechos, la boca, los genitales).
- A la penetración vaginal (a ser penetradas con cualquier objeto o solo con el pene).
- A las secreciones sexuales y olores (semen, secreciones vaginales, aliento).
- A la excitación sexual (propia o de la pareja).
- Al orgasmo (perder el control).
- Al sexo oral (dar o recibir)
- Al embarazo.
- A contraer una enfermedad de transmisión sexual.
- A la desnudez del cuerpo propio o del partenaire.
¿Por qué suceden?
Las causas de las fobias sexuales son múltiples: educación restrictiva, creencias religiosas, normativas culturales rígidas, experiencias traumáticas de abuso sexual, violencia de género, personalidad fóbica o temerosa, sentimientos de inferioridad, ansiedad social, miedo a la crítica externa, a ser avergonzado. También pueden existir si se tiene un problema fisiológico como: sudoración, índrome del pene pequeño, sobrepeso, acné, psoriasis, hirsutismo (vello corporal en las mujeres); ginecomastia (crecimiento de las mamas en el hombre), etc.
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