Así como llegaron se fueron los Juegos Olímpicos de Río 2016. Pero no sin lograr alborotar al pueblo panameño. Soy de pensar que los alborotos son buenos si logran un cambio, si logran un progreso. El problema con nuestro pequeño país es que alborotamos y así como sube la espuma vuelve a bajar y pasamos a lo siguiente. Mucho se habló y debatió en estos Juegos sobre el rendimiento de nuestros atletas, los 10 en total que asistieron a los Juegos. Unos a participar y otros a competir.
Precisamente en esa última frase está el debate. ¿Va Panamá a participar o a competir en unos Juegos tan importantes? Lo primero que hay que aclarar es que solo 4 de nuestros atletas sí clasificaron, es decir, hicieron la marca o tiempo necesario para ir a competir. Los demás atletas recibieron invitación para participar en los Juegos. El país se dividió entre los que decían “qué bonito que estén allí” y los que decían “estamos cansados de quedar de último”.
En lo personal quiero ganar, quiero que Panamá gane, quiero que vayan los mejores, quiero que den lo mejor de sí, y que eso se vea y se sienta. Y aunque no nos llevemos una medalla, que sabemos lo difícil que es esa hazaña, sentir que ganamos como país.
Hay que estar claros que las invitaciones en las diferentes disciplinas son parte del movimiento olímpico. El gran problema en Panamá es que esas invitaciones también sirven para tapar el poco trabajo de las federaciones, que hacen el “trabajo político” para recibir la invitación, pero que no desarrollan nuevos atletas, no buscan nuevos talentos y dicen cumplir porque con la invitación mandaron a su representante.
Pero no señalemos solo a los dirigentes. Primero hay que señalar al Meduca, que no le da interés ni tiempo al deporte a nivel escolar, que es la principal fuente que debe alimentar a los jóvenes que sueñan con unos Juegos Olímpicos. Aunque, si cuando se inicia el año escolar los colegios públicos se andan cayendo, creo que es mucho pedir de mi parte que le den importancia al deporte.
Panamá es tierra fértil de buenos deportistas, hay mucho talento natural. Que no haya sido posible que un gobierno le dé estructura, orden e importancia al deporte de nuestro país me deja estupefacta. Si lo ha logrado Jamaica con el desarrollo a nivel escolar; si lo ha logrado Guatemala, donde el Gobierno destina millones al deporte, ¿cómo es posible que Panamá, donde el progreso acaricia nuestros lares, no haya sido capaz aún de semejante desarrollo?
Solo hay que ver el atletismo, en el que tenemos medallistas olímpicos y mundiales, y solo hay una pista de verdad donde entrenar, y esa estuvo varios meses dañada. ¿Qué hacemos con los 73,547 niños que quedaron con ganas de correr después de ver a Edward en la final de los 200m en Río? ¿Qué hicimos con todos esos niños en Colón en el 2008 que querían seguir saltando como Saladino? Se fue Río, pero que no se vayan nuestras exigencias por un mejor desarrollo del deporte, de todos los deportes en nuestro Panamá. No son solo medallas, son mejores deportistas, mejores seres humanos, mejor sociedad y mejor país.