Jue, 07/07/2016 - 16:57
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Praga, Viena y Budapest. Aventúrate por diez días a recorrer las ciudad imperiales más visitadas de Europa.
Praga es la capital de la República Checa y se encuentra en el corazón de Europa. La ciudad es atravesada por el río Moldava (y no por el Danubio, como se cree). Con dos días tendrás tiempo suficiente para recorrer sus principales lugares turísticos, que son: el castillo de Praga, considerado la mayor fortaleza medieval del mundo; la catedral de San Vito y la torre de la Pólvora; el puente de Carlos y su famosa torre localizada en la cabecera de la ciudad vieja; el reloj astronómico de la plaza Central, que data del año 1410 y es el más antiguo del continente europeo, y la Casa Danzante, una muestra del famoso arquitecto Frank Gehry (quien diseño nuestro Museo de la Biodiversidad). La bebida nacional de Praga es la cerveza, en especial la pilsen y la negra.
Viena: Es la capital de Austria. Bordea el río Danubio y es una de las capitales europeas más antiguas, por lo que cuenta con una gran riqueza de lugares históricos, palacios, museos y teatros. Aquí nacieron grandes personajes, como Johann Strauss y Sigmund Freud. Para visitar Viena necesitas al menos tres días. Los lugares más importantes son: el palacio Schönbrunn, el palacio Hofburg (el más visitado, que ha sido el lugar de residencia de los Habsburgo durante más de seiscientos años), el palacio Belvedere (que alberga la famosa pintura «El beso», de Gustav Klimt), el Stadtpark o parque de la ciudad, el Prater (el parque de atracciones más antiguo del mundo), la Ópera de Viena (una de las más conocidas del mundo), la avenida Ringstrasse (donde está el hermoso edificio del parlamento), la Escuela Española de Equitación, el Naschmarkt (el mercado más conocido de Viena), la casa donde vivió Mozart, la Torre del Danubio a doscientos cincuenta y dos metros de altura y el zoológico de Schönbrunn (el más antiguo del mundo). No puedes dejar de comer un Sachertorte (pastel de manzana) originario de Viena, acompañado de un café vienés, ni de probar un Wiener Schnietzel, el plato típico. Disfruta una noche de sus conciertos de música clásica, ópera o teatro.
Budapest: Es la Perla del Danubio y se divide en Buda (la parte histórica, real y turística) y Pest (el lado comercial y económico), cuyas orillas se conectan por nueve enormes puentes. Es la capital europea de las aguas termales. Necesitarás al menos tres días para el recorrido, en el que deberás visitar: el castillo o palacio de Buda, símbolo de la ciudad y residencia histórica de la monarquía húngara en Budapest; el Bastión de los Pescadores, una fortaleza que ofrece la mejor vista panorámica de la ciudad; la iglesia de Matías, lugar donde coronaron a la monarquía y que es uno de los templos más hermosos del país; el puente de Las Cadenas; el parlamento, que es el mayor edificio del país; la basílica de San Esteban, dedicada al patrón de Hungría; el barrio judío, donde se encuentra la mayor sinagoga de Europa y la segunda del mundo; el Mercado Central, el más grande de Budapest; la plaza de los Héroes entre el Museo de Bellas Artes y el Palacio del Arte y el balneario de aguas termales Szechenyi, el mayor baño medicinal de Europa.