¿Son infieles los hombres por naturaleza?

Vie, 06/03/2016 - 20:53
Veremos, veremos...

En los últimos tiempos, los avances científicos han comenzado a sacar a la luz numerosos datos con los que responder a preguntas acerca de las relaciones humanas que hasta hace poco parecían que solo podrían explicar la cultura y la moral. Asombroso, ¿no?  Puede la ciencia decirnos por qué son tantos los hombres infieles que dicen querer a sus parejas? Hasta ahora la respuesta parecía clara. No es posible. Estos hombres mienten. Lo quieren todo. Pero ahora, la neurobiología parece que les da algo de razón.  ¿No son conceptos contrarios?

Según un estudio, son 5 necesidades básicas que presentan hombres y mujeres respecto a su pareja (por supuesto, y como cabía esperar, estas se mostraron completamente diferentes en los dos grupos). Según el análisis, cuando estas necesidades no están satisfechas, crece el riesgo de infidelidad. 

Por orden, las necesidades femeninas serían: 1. Afecto (recepción de cariño, cuidado e interés por sus asuntos); 2. Diálogo; 3. Sinceridad (evidencias que le permitan confiar en su pareja); 4. Estabilidad financiera; 5. Compromiso familiar activo de la pareja. 

Las   masculinas, por otro lado, serían: 1. Satisfacción sexual; 2. Compañía de la pareja en las actividades de su interés; 3. Mantenimiento del atractivo de la pareja; 4. Que aporte paz doméstica; 5. Que se muestre orgullosa de él.

La satisfacción sexual y el atractivo de la compañera son para el hombre factores determinantes para mantener la fidelidad. Sorprende que en las mujeres, según el estudio, el sexo no aparezca como necesidad. ¿Será cierto? En cualquier caso, los estudios científicos aportan explicaciones que pueden ayudarnos a comprender esas diferencias.

Según esto, los hombres poseen una base neurológica que favorece enormemente la actividad sexual y les hace altamente reactivos a las tentaciones de los sentidos. Estas reacciones son muy rápidas y en un primer momento carecen de componente racional. Por ello, aunque se activen impulsos sexuales, las áreas que regulan el sentimiento amoroso pueden permanecer intactas. ¡Podrían sentirse atraídos sexualmente y seguir queriendo a sus parejas!

Por contra, la ciencia establece un menor desarrollo en las mujeres de las áreas encargadas de reaccionar ante estímulos sensoriales. Además, ante estímulos similares tienen más capacidad para regular emociones, tomar decisiones y resolver problemas. Por ello es una pequeña injusticia neurológica medir la conducta de atracción sexual de hombres y mujeres con el mismo rasero... Las mujeres tenemos una biología más racional y menos vulnerable a las tentaciones del entorno.

Así que después de comprender que el hombre goza de una biología un poco más adversa que la mujer para la fidelidad, les toca a estos trabajar con más ahínco para forzar la funcionalidad de las áreas en las que se encuentra la sede del amor. 

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