La temible ‘bridezilla’

Bridezilla, un término americano que se deriva de la palabra ‘bride’ (novia) y ‘Godzilla’ (monstruo japonés), se utiliza para designar a todas aquellas novias que pierden el control. Algunas el día de la boda están muy nerviosas porque quieren que todo les quede tal y como lo han soñado siempre; y si algo irregular ocurre, pueden reaccionar de mala forma o exageradamente. Mientras a unas les da por gritarle a los proveedores, a los novios, o hasta a su propia mamá; otras lloran a moco tendido porque el fotógrafo llegó cinco minutos tarde, o simplemente porque no les gustó algún pequeño detalle de la decoración.

 

La mayoría de las mujeres sueña con una celebración perfecta. Sin embargo, vivir el cuento de hadas al máximo, a veces, se transforma en una de las más espeluznantes historias de terror, sobre todo cuando se trata de personalidades vulnerables, cuyas expectativas superan con creces su realidad física y económica.

 

El portal vanitatis.com comentó en su artículo de ‘bridezillas’, las cinco señales a las que debes prestar atención si sospechas que puedes ser una. 

 

Si al día después de haberte comprometido sacas todo el archivo de ideas que tienes sobre bodas, o compras absolutamente todas las revistas dedicadas al tema.

 

Te empiezas a dar cuenta que a la hora de ir a las citas de degustación de comida, pruebas de vestido, etc., misteriosamente todas tus amigas y familiares te cancelan. 

 

Si ya te peleaste con la florista, el chef, la coordinadora y alguna que otra amiga.

 

Te convertiste en una especie de dictadora al establecer lineamientos estrictos sobre cómo se tienen que peinar tus damas, qué color de uñas usar, qué zapatos y aretes. Incluso, les das recortes de revistas con ejemplos y a algunas hasta las pones a dieta.

 

Si estás a punto de dejar tu cuenta bancaria en cero. Es normal querer lo mejor el día de tu boda, pero no se puede tener todo, ¡tendrás que priorizar! Si quieres un montón de invitados, porque no quieres dejar a nadie por fuera, mejor piensa en un coctel en vez de una cena sentada. O si quieres un viaje de lujo para la luna de miel, olvídate de comprar el vestido o el velo más caros. 

 

Empieza los preparativos con suficiente tiempo como para no llegar a la fecha a las corridas. No dejes nada para último momento, a medida que se acerca el día, todo cobra mayor dramatismo.

 

Los vestidos de las damas siempre son un dilema. Cuando decidas comenzar a planear este punto no olvides que cada dama es diferente, respétalas evitando establecer pautas de cómo arreglarse. Recuerda que cada una tiene un estilo propio. Además, ten presente también que hay cortes que no favorecen a todos los tipos de cuerpo, por lo tanto no unifiques el modelo del vestido. 

 

Pide ayuda, apóyate en una persona de confianza para que te de su opinión sobre las decisiones que tomas y te ayude con cosas de logística.

 

Busca tiempo para ti. Sal con tus amigas días antes de la boda. Pasa alguna tarde en un spa o saca un turno en el salón de belleza para unos masajes. 

 

Libera el estrésEl primer paso es reconocer las situaciones que te estresan. Las primeras señas incluyen tensar los hombros y el cuello, o cerrar las manos en forma de puño. Luego escoge un método para manejarlo. Una forma es evitar lo que te produzca estrés. Una segunda alternativa es cambiar la forma cómo reaccionas ante esta situación. Por lo general, esta es la mejor opción.