
Miriam de Choy tiene 63 años y se preparó por mucho tiempo para correr un maratón en Chicago. Pero si rebobinamos la cinta hacia atrás, encontramos a una mujer jubilada, sedentaria y con exceso de peso. “Comencé a hacer ejercicio porque tenía mucho peso, estaba llegando a las 200 libras y además sufría de un problema de reflujo severo que me erosionaba la garganta”, nos contó la Sra. de Choy. “Esto me provocaba estados de ansiedad”. El médico le había pedido que perdiera como mínimo catorce libras, algo que a Miriam le parecía imposible, ya que había intentado perder peso anteriormente con dietas y demás cosas, pero no lo había logrado.
Al volver a su casa un día de semana, encontró en el periódico un anuncio acerca de un programa para bajar de peso, y decidió intentarlo.
A partir de los 50 años, existen distintos casos de mujeres que olvidan su cuerpo y abrazan al sedentarismo. Pero lo cierto es que si la persona desea llegar a la vejez en buen estado, necesita ejercitarse.
Un estudio realizado por la Universidad de Michigan recomienda hacer ejercicios de resistencia a partir de los 50, o incluso los 40, “para aumentar el tejido muscular y la capacidad para funcionar más eficientemente en la vida diaria”.
“La disciplina y la constancia, y no perder el enfoque de que lo que yo quería fue difícil, pero sinceramente, lo más difícil fue llegar al lugar donde hacíamos los ejercicios, porque no era cerca de mi casa. Mi esposo me había dicho que no me podía llevar porque era una hora de mucho tráfico, pero como yo estaba determinada, me iba en el ‘diablo rojo’ una hora antes de que comenzara el programa”, contó la Sra. de Choy.
Es necesario comprender por qué debemos tomar una decisión con respecto a nuestro cuerpo. Los adultos sedentarios mayores de 50 años pueden llegar a perder un total de 180 gramos al año de su masa muscular. Según Mark Peterson, investigador en la Universidad de Michigan, a partir de los 30 años uno puede comenzar a ver un deterioro si no realiza actividades físicas.
En el estudio de la misma universidad se afirma que no importa la edad que la persona tenga, siempre se pueden realizar ejercicios progresivos, incluso a los ochenta y noventa años de edad.
“A veces nosotras las amas de casa cuando ya tenemos cierta edad, que ya estamos jubiladas, que ya estamos en casa, nos dejamos llevar por el sedentarismo. Hemos entregado toda nuestra vida a nuestros hijos o nietos, y nos olvidamos de nosotras mismas, a tal punto que cuando llega la crisis de salud, comenzamos a reaccionar. Las mujeres de mi edad llevan una vida muy inactiva”, afirmó Miriam.
En un artículo publicado por la revista The American Journal of Medicine, Peterson aseguró que después de aproximadamente 18 a 20 semanas de entrenamiento, el adulto puede adquirir 1,000 gramos de masa muscular y aumentar su fuerza entre un 25% y 30%.
¡Deja a un lado las excusas y decídete a tomar acción sobre tu salud y tu cuerpo!