¿Quieres ser reina?

Mar, 03/15/2016 - 14:34
El sol, el peso de los trajes, los tacones de día y noche, pueden resultar extenuantes si no se está preparada.

 

El dios Momo es el dueño del Carnaval, a él se le atribuyen esos cuatro días de celebración imparable, sin embargo, aquel dios tiene  sus reinas. Ellas son las representantes en persona de todo lo que un Carnaval tiene que ofrecer: gozadera, picardía, alegría, diversión, baile, risas y más... 

Pero ¿qué es ser  reina? Ana Endara, cineasta panameña, realizó un documental que   retrató los reinados en Panamá en todas las edades, porque si bien es cierto, ¡en nuestro país hay reinas para todo! Por tal razón, una de las observaciones de “Reinas”  es cómo ellas son  parte integral del folclor panameño y  simbolizan el lado festivo de los pueblos. 

 
Conversamos con las representantes de la fiesta:  “al ser elegida, debes asistir a todos los eventos durante el año, esto no termina cuando acaba el Carnaval, es un trabajo de todo el año”, explicó   Margie Rachele Zeballos, quien fue reina de Calle Abajo de Las Tablas 2015. Y añadió, que ser reina también es un tema de actitud, “debes caerle bien a tu tuna para ser elegida”.
 
“Las reinas son muy queridas por todo el pueblo, son una figura pública y deben comportarse a la altura, ser ejemplo. Ya que muchas niñas te ven como algo que ellas también anhelan ser”, dijo Jamie Chambers, Señorita Tres Quebradas 1de Noviembre en el 2014. 
 
Por otro lado,  Ana Isabel Cochez Díaz, de   Punta Fogón Unidos, una de las actuales soberanas de  Calle Abajo —debido a que la tuna se encuentra dividida— compartió que para ella      ser reina es “inspirar a aquellas niñas  que te ven desde la casa o que están cerca de ti, pero también es más que llevar una corona, necesitas ser integral, tener belleza interna, externa, ganarse el público”. Además, que una verdadera reina tableña nace para esto, se entrena, al verlo y vivirlo a lo largo de sus años, ya que muchas desde pequeñas participan en las  actividades.    
 
Algo característico de toda  soberana es  que siempre estará  sonreída, saludando y tirando besos,  algo fundamental, agregó Margie, ya que, según dice ella, es parte del carisma de una reina.  “No importa si nunca los has visto  en tu vida, de igual manera tiras besitos”. 
 Margie contó  que la  resistencia es  otro factor, ya que  el sol, el peso de los trajes, los tacones de día y noche pueden resultar extenuantes si no se está preparada. Por consiguiente, una verdadera reina sabe a lo que se enfrenta:   moretones, golpes, piernas cansadas... y es aquí donde la famosa frase hace su aparición: “Si quieres ser reina, tira besito”.
 
 

Se respira el Carnaval 

   
Las celebraciones del dios Momo en Las Tablas son algo que se vive en su totalidad y se vuelve un estilo de vida para la familia de las futuras reinas,  dice Alfa García Montenegro, una tableña de la tuna de Calle Abajo. Es por esto por lo que ser reina se vuelve un trabajo en equipo, sobre todo de la familia, quien debe aportar una cifra aproximadamente de $70 mil. Pero un Carnaval necesita de más fondos y es aquí donde se inicia la  verdadera faena, porque se necesita más de  un año para recaudar los fondos.  
 
Por otro lado, hay que resaltar que es un tema que levanta pasiones, “los tableños nos  lo tomamos muy a pecho y con  compromiso; las familias tableñas se dedican en general a respaldar el Carnaval porque forma parte de la vida del tableño”, dijo Carlos Joel Morales  González, uno de los coordinadores de arte de la tuna   de Punta Fogón Unidos.  

 

El costo del lujo y esplendor

Quien ha estado presente en las fiestas de Momo sabe del derroche que se vive durante los cuatro días. Y son precisamente estos sus pilares: belleza, lujo y alegría, expresó  el coordinador de arte.    

Organizar el vestuario que la  reina llevará los cuatro días de celebración dependerá de su equipo de asesores, quienes son los que se encargan de todo. Este grupo puede estar formado por 11 diseñadores, quienes crean los vestidos, “es como un proyecto, pensamos en el traje de acuerdo con su ocasión, si queremos movimientos, si el carro alegórico tendrá humo, todo está pensado”, confesó González, quien estudió arquitectura.

El vestuario, sin duda, llama la atención, y  los temas están  inspirados en personajes, películas, leyendas locales, y en ciertas ocasiones si la soberana tiene algún color favorito, se toma en cuenta. 

Después del diseño, los vestidos pasan a manos de las personas que se encargan de su confección.   

Un traje puede costar desde $500 en adelante. En ocasiones, son realizados bajo el concepto de alquilado, es decir, que se realiza a la medida, pero después el vestido queda en manos de  quien lo hizo.  

En cuanto a las coronas, pueden llegar a costar entre   $3,000 y $6,000,  son confeccionadas por   George Wittels, quien es el encargado de crear las coronas a Miss Venezuela.  También están los orfebres  Gustavo Carreras y René Combe, quienes son panameños.

Detrás de aquel lujo hay una gran logística, un trabajo en el que el pueblo participa y que realmente no se conoce.  A medida que los días del Carnaval se acercan, las jornadas se intensifican; en realidad esta celebración representa una economía para los habitantes de la región: el soldador, electricista, mecánico, pintores, músicos, restaurantes, panaderos y otros profesionales, todos trabajan en conjunto para que cada detalle sea afinado,  de tal forma que al llegar el viernes de Carnaval y salgan las  soberanas de ambas calles, reine, también, el esfuerzo del pueblo tableño.

Y es así como año tras año, se inician las preparaciones, se organizan los festejos para aquellas  cuatro noches en las que los panameños se liberan y viven de aquella fantasía sublime.

 

  • Compartir: