5 reglas para utilizar tu smartphone

Estoy segura de que en alguna salida con amigas o con tu pareja te habrás topado con personas que, en vez de compartir y conversar en la mesa, se la pasan atentos a sus teléfonos inteligentes. O quizás, nos vemos nosotras mismas en esa situación, pero la verdad es que si no comenzamos a poner un poco más de atención entre nosotros mismos, la tecnología terminará por dominarnos. 

Por eso, en esta edición te sugerimos algunas reglas para que puedas usar tu celular de manera más eficaz, respetuosa e inteligente, y puedas disfrutar más de lo simple de la vida. 

Prohibido al manejar

¿Sabías que se calcula que, en los últimos cinco años, el número de accidentes de tránsito aumentó de un 10% al 15% por el uso de los dispositivos móviles? Quizás lo veamos como algo normal al estar manejando, pero realmente puede causar una tragedia.

Olvídalo cuando estés en la mesa 

Por muchas generaciones y culturas sentarse a comer en una mesa tenía un trasfondo algo más profundo que simplemente alimentarse. Se trataba  de compartir entre los miembros de una familia o amigos. ¿Realmente estás seguro de que quieres perderte de eso por un dispositivo móvil? ¡Aprovecha y conversa, intercambia opiniones y discute sobre temas polémicos con tus seres cercanos!

Controla tu documentación

Hay quienes creen que deben registrar absolutamente todo 

a través de sus pequeñas pantallitas, porque el mundo entero debe enterarse de lo que ocurre a cada instante del día. No estamos diciendo que no tomes fotos o grabes, solo hay que aprender a medirse y ser balanceado en el cuándo. ¡Hay cosas que son mejor experimentarlas con nuestros sentidos de manera directa y guardarlas para nosotros mismos!

Pónlo en silencio

Creo que todos conocemos la regla del cine, pero también lo puedes aplicar en los bancos, supermercados, entidades públicas, iglesias, escuelas, etc. Es una medida de respeto. Si de todas formas necesitas usarlo, pide permiso o avisa antes de hacerlo.

Auriculares 

Es una idea genial para no molestar a los demás en medio del transporte público, pero olvídalos cuando estés en una reunión familiar o de trabajo. ¡Proyecta una sensación de poco interés y hasta es interpretado como grosero!