¿Te has puesto a pensar que la mayoría de las cosas que hacemos en nuestro hogar están medidas por nuestras manos y nuestro cuerpo? Sí, desde lavar los platos, cocinar, hacer súper y sostener a nuestro bebé. Según distintos informes, cuando ocurren accidentes domésticos, por lo general, las extremidades son las más afectadas, alrededor del 45%.
Entonces, quizás el secreto de poder continuar con todas estas tareas y no descuidar tu cuerpo es tomar los siguientes consejos que te daremos. ¡Atenta y apunta!
Préstale atención al peso
Muchas veces nos concentramos en la tarea, sin evaluar sus riesgos. Mover cosas no es una tarea que se pueda hacer sin precaución porque puede causar hernias, problemas cervicales o de espalda. Si vas a llevar la carga pegada al cuerpo y a la altura de la cintura, podrás levantar hasta 23 kilogramos, además no puedes estar levantándolo muchas veces. Trata de que sea de una a tres veces como mucho. Para tareas domésticas (que involucren baldes) se recomienda cinco litros de líquido y deberás siempre moverlos con las dos manos.
Cuidado con las posturas
¿Nunca te ha pasado que al estar lavando los platos por un largo rato sientes que tu espalda ya no da para más? Esto es una prioridad, aunque pocas le prestemos atención. Cuando hagas una tarea doméstica, asegúrate de que la superficie donde la estés realizando tenga espacio suficiente para que tus brazos se puedan mover, sino probablemente tu espalda se contraiga mucho. Cuando vayas a levantar peso, flexiona un poco las rodillas, no dejes que tu espalda haga toda la fuerza sola. Otro error común es tirar el torso hacia adelante cuando barremos, trata de reducir esto lo más que puedas.
Usa implementos que te sean útiles
Un buen ejemplo son los guantes de goma para lavar los platos, el agua y detergente tienden a debilitar las uñas y maltratar tu piel, ¡compra un par de guantes! Consigue un carrito pequeño donde puedas transportar los implementos que necesitas.
Alterna los quehaceres
Una buena recomendación es lograr calendarizar las tareas, o simplemente alternarlas en los días de la semana, asegúrate de no repetir tareas muy fuertes en el mismo día.