- Nutrición
Te ayudamos a saber cómo puedes utilizar todos los ingredientes para no desperdiciar nada.
La gastronomía sostenible es una tendencia que surge debido a la urgencia de disminuir el desperdicio alimentario y las emisiones de gases invernadero
¿Qué es la gastronomía sostenible? Es una cocina en la que los alimentos de origen vegetal juegan un papel fundamental y en la que se limita el consumo de proteína animal, precisamente para evitar el exceso de consumo de productos o alimentos que requieren más agua, terreno o energía para producirlos.
Aunque, es importante tener claro que nada de esto tiene sentido si no se acompaña de recetas de reaprovechamiento o si desconocemos cómo aprovechar al completo un alimento.
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¿Qué tipos de recetas podemos hacer para evitar el desperdicio alimentario?
Algunas de las recetas más sencillas para cocinar de forma sostenible son:
- La ensalada rusa: típica del verano, aunque podemos prepararla durante todo el año adaptándola a los ingredientes de cada temporada. Y para que sea más sostenible, podemos hacer ciertas variaciones en este plato que nos permitan reducir las proteínas de origen animal e incrementar las de origen vegetal, como sustituir el atún, la alternativa vegetal al atún elaborado con proteínas de guisantes. Una segunda idea es elaborar una mayonesa que sea vegetal.
- La samfaina: una muy buena opción para aprovechar las verduras que nos quedan en la nevera. Aunque la receta tradicional se basa en asar a la brasa las verduras, también podemos hacerlas en el horno o con la airfryer.
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¿Las legumbres son imprescindibles en la cocina sostenible?
Las legumbres son un componente fundamental para cocinar de manera sostenible, ya que tienen numerosas ventajas: necesitan menos recursos naturales, duran más y son muy económicas.
Y, aunque hay muchas excusas en torno a su consumo, como que son indigestas, te señalamos algunas soluciones:
- Hervir las legumbres durante al menos doce horas junto a especias o hierbas aromáticas, como el comino, la cúrcuma o el laurel.
- No tomar cantidades demasiado grandes en una sola toma, sino repartirlas en varias ingestas.
- Quitarles la piel.
Las legumbres son útiles para preparar recetas de todo tipo, desde guisos y hamburguesas a ensaladas frías, purés, patés, cremas, incluso snakcs para picar entre horas.
Algunas ideas son: la crema de calabaza y alubias, crema de guisantes con jamón, distintas variedades de hummus o, incluso postres dulces, como la tarta vegana con alubias, uvas y pistachos.
¿Cómo podemos aprovechar los alimentos más desperdiciados?
Entre los alimentos que más se desperdician cada día se encuentran las verduras y hortalizas, el pan o la pasta. En este sentido, te compartimos algunos trucos para no desperdiciar nada.
- Verduras y hortalizas
Los tallos también son comestibles, por lo que se pueden cocinar al vapor, saltearlos, incluirlos en una tortilla o utilizarlos como aromatizantes para cremas o guisos. En cuanto a las pieles que nos sobran, la experta sugiere preparar una crema de calabacín o zanahoria que también las incluya, ya que contienen muchos nutrientes como vitaminas, minerales y fibra.
En esta misma línea, otra alternativa puede ser guardarlas en el congelador y aprovecharlas más adelante para preparar un caldo de verduras o hacer chips crujientes.
También tienen cabida las vainas de las judías verdes, de habas y de tirabeques, que pueden hacer de nuestras ensaladas platos más diversos.
- El pan
Es un básico en nuestra alimentación, por eso debemos apostar por un pan de calidad, elaborado con harinas poco refinadas o directamente integral.
El pan que nos sobra podemos rallarlo y utilizarlo para hacer croquetas o para preparar picatostes y tostadas. En cuanto al pan duro, nos viene genial para las clásicas torrijas de Semana Santa, o bien para elaborar unas tostadas francesas o un pudding de plátano.
Recuerda también que hay otras recetas en las que las sobras de pan se llevan todo el protagonismo, como las sopas de ajo, de cebolla o las migas. O de cara al verano, el ajo blanco, el salmorejo o el gazpacho.
- Pasta hervida
Y para aprovechar la pasta hervida, como solución puedes preparar un plato de origen napolitano: la frittata, "una especie de tortilla de pasta, frita, con huevo a la que se le pone parmesano u otro queso y leche".
Recomendaciones brindadas a EFE por Laura González, responsable de nutrición, salud y bienestar de Nestlé en España.
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