La copa menstrual

Vie, 04/24/2015 - 16:23
Además de los tampones y toallas sanitarias, existe otra opción que está dando de qué hablar

 Era una reunión de mujeres, en la que además de hablar de las últimas novedades, hubo otro tema: la tan sonada alternativa para aquellos días del periodo —no son toallas sanitarias ni tampones—, la misma es utilizada por María Isabel (una de las asistentes). ¿Existe?, se preguntan todas, y enseguida se escucha: “¡Cuéntanos!”. A lo que María Isabel responde: “Es una copita que inserto en mi vagina, se le llama copa menstrual y la uso desde hace 6 años, es cómoda y te ahorras un montón de dinero, la compré por internet y se cambia cada cinco años...”. Momento seguido: las caras de “wao” no se hicieron esperar, las preguntas continuaron y la conversación siguió su curso.

En fin, de aquella reunión entre chicas nos traemos el tema para la revista, ya que es fundamental para toda fémina saber de las alternativas para aquellos días, ya sea por salud íntima, economía, medio ambiente o, simplemente, por tener el derecho a escoger. Pero antes, es importante conocer ciertos puntos:

El costo de uso en tampones por un año es equivalente a aproximadamente $100, por 10 años, $1,000, y 40 años, $4,000. Alrededor de 170,000 aplicadores de plásticos fueron encontrados en las costas de los Estados Unidos; se necesitan alrededor de 500 años para que se descompongan.

¿Y qué es la copa menstrual?

Existe desde 1930. Es un recipiente en forma de taza que se inserta en la vagina durante la menstruación para depositar el flujo menstrual. A diferencia de los tampones, la copa menstrual no absorbe la sangre, ya que esta queda contenida en el interior de la copa hasta que se extrae de la vagina y se desecha el líquido. La copa está hecha con silicona atóxica y 100% hipoalergénica. El sitio healthywomen.org menciona en un artículo que — según un estudio— las mujeres al utilizarlas solo debían cambiarla, en promedio, 2.8 veces menos a diferencia de utilizar tampones o toallas.

¿Cómo se usa?

Antes de comenzar a usar la copa, hay que esterilizarla, sumergiéndola en agua hirviendo por cinco minutos. Esto se debe repetir al inicio de cada ciclo menstrual, pero mientras dura, solo basta con removerla cada tantas horas, limpiarla con agua y volver a introducirla. “Yo la cambio dos veces al día”, dice Irene, quien es otra usuaria de las copas y añade: “todo depende de la cantidad de flujo que tengas”. No obstante, los profesionales recomiendan consultar con los especialistas antes de usarla si se tiene un DIU o si se acaba de tener un bebé o sufrido un aborto.

Otros beneficios son:

  • Reduce el padecimiento de infecciones (no 100%).
  • Es reutilizable y, por lo tanto, constituye una opción más ecológica.
  • Permite nadar y hacer cualquier tipo de actividad física.
  • Es económica, la puedes cambiar cada cinco años.
  • No contiene productos químicos o perfumes.
  • No hay riesgo de síndrome de “shock” tóxico, aquel que puede ser causado por la utilización de manera incorrecta de los tampones.

Las desventajas son:

  • Al empezar a utilizarla puede costar acostumbrarse a su colocación y extracción.
  • Si no se coloca adecuadamente, podría haber pérdidas de flujo y mancharte, hay sitios que te explican cómo hacerlo correctamente.
  • Puede ser incómodo utilizarla cuando no se dispone de un baño privado donde se pueda lavar. En este caso se recomienda llevar una botella con agua.

Existen diferentes marcas de copas menstruales y se puede adquirir mediante internet, los precios oscilan entre los $25 y $40. Algunas son: Mooncup, Diva Cup, Rubycup, Softcup, Lily Cup. ¡Tú eliges!

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