Mar, 12/29/2015 - 18:55
- Para Padres
Cada vez es más común que los adolescentes y niños tengan redes sociales. Pongámosle atención a lo que hacen con ellas.

foto: www.adweek.com
Hace algunas semanas estaba con una amiga, que tiene un hermano adolescente, y me contó que este era muy callado para su edad. Ella me comentó que podíamos entrar a su perfil de Facebook para ver cómo andaban las cosas y le dije por qué no, si tú eres su hermana, tienes derecho a saberlo todo. Sin darnos cuenta, el chico nos había escuchado y de inmediato la borró de su cuenta. Nos reímos un rato del asunto, pero también nos percatamos de que él tenía parte de su vida expuesta a esa red social y deseaba que no nos enteramos de ella.
Las redes sociales se han convertido en un medio para mantenernos informados y, a la vez, conectados. Para nosotros, quizás sea cuestión de comunicación, reentablar una vieja amistad o hasta por qué no para hacer negocios. En los adolescentes la historia es totalmente diferente, para ellos es un juguete nuevo que quieren utilizar en todo momento; ya sea para subir fotos de lo que están haciendo, escribir mensajes sobre lo que están pensando o sintiendo.
Como padres y madres debemos entender este nuevo fenómeno: saber qué son, cómo funcionan, entender su potencial y riqueza, pero también los posibles riesgos que las mismas pueden tener para nuestros hijos. Cada vez se hace más importante hablarles a nuestros niños sobre los cuidados que deben tener con las personas con quienes hablan por la internet. Explicarles la relevancia de no dar a conocer datos sobre sí mismos, familiares y amigos. El número de domicilio, teléfono e información financiera familiar, números de las cuentas bancarias o de las tarjetas de crédito son algunos ejemplos de información privada. Otro tema que debemos discutir con ellos es la privacidad que deben tener en cuanto a lo que publican. Varios sitios webs de redes sociales y salas de chats ofrecen funciones de privacidad ajustables, esto le permite restringir el acceso a los perfiles de sus hijos. Habla con ellos sobre la importancia de estas funciones de privacidad y sus expectativas con respecto a las personas que deberían tener permiso para ver sus perfiles.
Aquí entra una duda para los padres que quieren estar al tanto de lo que hacen sus hijos, pues es típico que quieran ser parte del mundo que ellos construyen a través de comentarios, fotos, etc. Muchos de los adolescentes se incomodan solo con saber que tienen a sus padres agregados, pero está en nosotros establecer límites que nos permitan observar de cerca lo que hacen. No es leer sus mensajes o buscar sus perfiles, sino preguntarles que han hecho últimamente, con quienes hablan y explicarles las consecuencias que pueden suceder si hacen algo indebido.
Los adultos sabemos que publicar una foto, enviar un correo electrónico, un mensaje de texto o un tuit inoportuno puede costarle a alguien no solo su reputación, sino hasta su carrera. Así como ocurrió con el escándalo alrededor del romance extramarital del exdirector de la CIA David Petraeus, el cual empezó con la filtración de un correo electrónico. Si el director de la CIA puede ser descuidado con sus correos personales, ¿cómo podemos confiar en que nuestros niños manejen mejor estas herramientas modernas?
Nuestra tarea como padres no es decir sí a todo lo que nuestros hijos quieren, flexibilizando las reglas y permitiendo a otros hacer lo mismo. Nuestro objetivo es ayudarles a darse cuenta de que hay una razón para los límites de edad y si están muy pequeños no deben utilizar redes sociales, por su seguridad. Pero si tienen más de 13 años, que no es solo tener una bonita foto en sus perfiles, sino es una responsabilidad todo lo que hagan con su cuenta, ya que posteriormente esto podría ser visto por sus profesores, familiares y compañeros, y poner en riesgo su persona.
Consejos para padres alarmados por Facebook
- Seguridad. Lo mejor es hablar con ellos sobre la seguridad en internet, ya que no puedes controlar su cuenta. Anímale a ser responsable y explícale los riesgos que corre si no lo hace.
- Privacidad. No proporcionar más información de la necesaria: dile que está genial que tenga cuenta en Facebook para hablar con sus amigos, pero que no debe poner nunca su dirección ni número de teléfono. La contraseña también debe guardarla como un secreto.
- Extraños. Al igual que en la vida real, no sabemos qué intenciones puede tener la gente. Solo debemos aceptar como amigos a gente que ya conozcamos previamente.
- Fotos apropiadas. Hay que tratar este tema con ellos, aunque sea complicado. En la adolescencia, y sobre todo en las señoritas, es muy habitual que suban fotos provocativas.
- Configuración. Existen una multitud de opciones, pero la gente no las personaliza. Dedica una tarde a ver con tu hijo las opciones que ofrece Facebook en este tema. Puedes elegir al detalle quién puede o no puede ver su perfil.