Jue, 12/30/2021 - 06:00
- Entrevistas
Ya no son los simples muñecos con “trapos” rellenos de pirotecnia. Los muñecos de Año Viejo han evolucionado y son elaborados con técnicas de escultura, realismo y de caricatura para mayor atractivo.
Cuando llega la época decembrina, además de colocar luces, arbolitos y nacimientos navideños, existe otra muy gustada tradición entre los panameños: la confección de muñecos de Año Viejo; cuya elaboración se ha ido perfeccionando, dejando de ser tan solo “trapos” rellenos de pirotecnia.
Si se emprende un viaje hacia el interior del país durante este mes, sobre todo en la zona de playas en Panamá Oeste, rápidamente se pueden observar varios personajes representados en los muñecos de año viejo: “la Ministra”, One Two, el COVID-19, “El hombre bajito blanco” de La Pantera Rosa, políticos, deportistas, entre otros.
El uso de ropa vieja y otros accesorios ya quedó en el pasado, ahora, los muñecos son obras de arte, elaborados con técnicas de escultura, realismo y de caricatura para un mayor atractivo al público.
Víctor Álvarez de Chame
Víctor Álvarez es pionero en esta actividad. Residente en el distrito de Chame, ha convertido el lugar en una parada turística obligatoria para quienes pasan en su auto, pues, son tan vistosos sus muñecos de Año Viejo, que no pasan desapercibidos.
Para Víctor, la confección de estos muñecos inició en 2010 solo por pasatiempo y principalmente para revivir la tradición en el distrito de Chame, ya que según él, notaba que la costumbre se estaba perdiendo. Desde entonces, se dedica a la venta de muñecos.
Su primer muñeco fue el personaje Gokú de Dragon Ball, seguido del reconocido dirigente jubilado Eladio Fernández; los cuales hizo a finales de un mes de diciembre. Sin embargo, su popularidad tomó auge al año siguiente con la elaboración de una zanahoria, vestida con una chaqueta y un reloj, haciendo referencia al Decreto Ejecutivo No. 1424 de 9 de noviembre de 2011, la denominada “Ley Zanahoria” que en ese entonces ordenaba a las gobernaciones de todo Panamá reglamentar el horario de funcionamiento de los centros nocturnos.
Con ese personaje, muchas personas se le acercaron para preguntar si él se dedicaba a la venta de muñecos de Año Viejo; y ahí nació todo.
El tipo de muñecos que hace Víctor ahora, es totalmente diferente a lo que él hacía cuando era pequeño, principalmente por la estética, pues reemplazó la cabeza de coco por el tallado en foam, el periódico por hojas de tallo seco y papel manila, e incluso utiliza técnicas de escultura para crear realismo a cada pieza, y además usa técnicas de caricatura.
Los muñecos que Víctor pone en exhibición, le toman alrededor de un mes, pero hay otros que los trabaja con menos tiempo, ya que hay personas que llegan en la última semana de diciembre a encargarle un muñeco, en este caso, él les pone de sobreaviso que puede no quedar igual al personaje, debido al tiempo, pero a la gente no le importa. Los precios van desde 175, 250, 350 y 450 dólares.
“Me gustaría más adelante, con el apoyo de las autoridades, hacer talleres para niños para transmitirles mi conocimiento, y así, el día de mañana se encuentren muñecos de Año Viejo alrededor del país”, indicó.
Carlos Moreno de San Carlos
En Punta Barco, distrito de San Carlos, está Carlos Moreno, otro creador de muñecos de Año Viejo, quien se dedica a esta actividad desde hace 35 años junto a sus familiares.
Moreno, al igual que Álvarez, evolucionó su técnica a la hora de confeccionar los muñecos, pues reemplazó la cabeza de coco por el procedimiento de colocar engrudo sobre globo, para hacer la cabeza y el rostro de cada personaje.
Esta técnica surgió debido a que un día Moreno vio un programa en la televisión donde mostraban cómo se hacían las máscaras de diablico sucio, y este, decidió utilizar ese método para sus muñecos de Año Viejo.
Su primer muñeco de Año Viejo fue un policía de tránsito, donde usó un uniforme viejo de él, una chaqueta y guantes. Le amarró una de las manos a una penca de una palma pequeña, para que la brisa moviera la mano. Llamó tanto la atención que en esa época cinco carros chocaron cerca del muñeco, sin graves consecuencias, afortunadamente.
Desde ese tiempo la familia Moreno ha realizado infinidades de personajes, entre ellos a Mariano Rivera, al general Omar Torrijos Herrera, Rosa Iveth Montezuma, al presidente Laurentino Cortizo, la One Two, al coronavirus, y a “la Ministra”. Los precios van desde 50 a 150 dólares.
Una de sus satisfacciones es ver la sonrisa de cada persona que llega a su hogar, ya sea a comprar un muñeco o a tomarse una foto, porque dijo que de eso se trata esta costumbre, de compartir alegría.
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A Moreno le gustaría que más personas se unan a esta costumbre, que hagan sus muñecos y que los exhiban fuera de sus casas, además mencionó que espera más apoyo de las autoridades, para que retomen los concursos de muñecos de Año Viejo, para que esta tradición siga latente.
José Luis Álvarez de Arraiján
En el distrito de Arraiján cabecera, existe otro artista de los muñecos de Año Viejo, se trata de José Luis Álvarez, quien se dedica a esta actividad solo por pasatiempo.
Esta costumbre la hace desde que era niño, junto a sus familiares. En ese tiempo los realizaba con ropa vieja, pero hace como seis años cambió su técnica con el fin de que los muñecos se vieran más vistosos y más parecidos al personaje.
“Todo es una experiencia bonita, porque todo empezó por mi tía, ya que ella siempre era la que nos inculcaba a mantener la tradición en Navidad, y aunque ella ya no está con nosotros en vida, lo seguimos haciendo para recordarla”, compartió.
Hasta la fecha, José Luis ha confeccionado alrededor de siete a ocho muñecos, el primero que hizo fue del futbolista de la Selección de Panamá, Román Torres, también hizo personajes políticos, como Juan Carlos Varela y Martinelli, incluso a Hulk y al coronavirus.
Este año, en su casa se encuentra el muñeco del expresidente Ricardo Martinelli, realizado en tiempo récord, pues solo le tomó menos de cuatro días, debido al poco tiempo que tenía, sin embargo, cuando realmente se dedica a ello, le toma entre una semana o más de una.
De hecho, por su talento, se ganó la popularidad en la comunidad, que cada año espera a que exhiba su muñeco de Año Viejo. Es más, hay algunos amigos y vecinos que se han acercado a preguntarle si puede elaborar algunos para la venta, pero él aún no se ha atrevido.
José Luis ahora es todo un experto, pero, compartió que al principio le costaba un poco hacerle la cara a los muñecos, y que la parte más difícil de la confección de ellos es la estructura, pues tiene que hacerla bien para que la pieza se mantenga de pie y la brisa no la tumbe.
Todo lo que sabe, lo aprendió a través de videos en YouTube, donde veía cómo se hacía el engrudo, el molde, entre otras cosas.
Álvarez, al igual que los otros artistas entrevistados, espera que en los próximos años, más personas se unan a esta tradición, que se atrevan a realizar un muñeco para que la costumbre de confeccionar muñecos de Año Viejo no muera, y se mantenga por mucho tiempo.
Los muñecos de Año Viejo pueden representar acontecimientos o personajes más significativos; su quema, es durante la medianoche del 31 de diciembre y simboliza el año que termina y el que va a comenzar.
En la mayoría de países latinoamericanos a la costumbre se le atribuye un origen hispánico, y en España las costumbres similares posiblemente son derivados de rituales antiguos paganos europeos como las saturnales de los romanos o los rituales celtas en España.