La verdad acerca del 'sugar rush'

Lun, 12/28/2015 - 16:08

Estamos seguras que sin importar tu edad, alguna vez en tu vida habrás escuchado acerca de la famosa creencia de que a los niños no se les puede dar mucho dulce, por el contrario, hay que regularlo y controlarlo lo más que se puede... Las 'mamis' entonces hacen el esfuerzo por reemplazar alimentos con altos contenidos de azúcar por algunos más sanos y naturales. Debemos aclarar que no tenemos nada en contra de este hábito, de hecho, lo admiramos y aplaudimos, sin embargo, ¿estás segura que las razones por las cuales controlas el azúcar son ciertas?

La famosa teoría del 'sugar rush' nació en 1973 cuando el alergólogo Benjamin Feingold publicó su dieta Feingold, en la cual advertía a los padres que controlaran los alimentos con colorantes y sabores artificiales, ya que estos podían causar hiperactividad. Pero eso, por supuesto, la creencia se extendió a las golosinas, caramelos y dulces en general. 

Pero varios estudios hechos a lo largo de los años han puesto en tela de juicio la teoría popular de que el azúcar causa hiperactividad. Un estudio realizado en la Facultad de Medicina de West Virginia University arrojó como conclusión que no existe ninguna prueba de que la ingesta de azúcar lleve a un comportamiento desfavorable en niños con déficit de atención, con hiperactividad, o en niños normales. Del mismo modo, ninguno de los dulces o chocolate que fueron parte de las pruebas de los estudios tuvo efecto negativo en el comportamiento. 

Sin embargo, tenemos que hacer una aclaración aquí. Ya hemos conversado acerca de los efectos secundarios del consumo de azúcar, y tenemos que decir también que si eres una persona que no está acostumbrada al consumo de dulces, comerlos sin restricciones te hará sentir algo raro. Lo primero será que tu cuerpo comenzará a liberar endorfinas y la dopamina, por lo que te podrás sentir un poco más "arriba" después de devorar una barra entera de chocolate o un paquete de caramelos. Además, algunas evidencias sugieren que existe un vínculo entre la ingesta de azúcar y la liberación de adrenalina. Pero cuidado, porque la adrenalina también puede aumentar los niveles de glucosa, así que no es algo seguro hacia dónde va este efecto, es decir, si es bueno o malo. 

Sin embargo, sí existen algunas evidencias (aunque no todos las tomen en cuenta) de que los colores y sabores artificiales podrían provocar hiperactividad, aunque el azúcar no. Así que quizás sí sea un buen hábito ese de controlar las golosinas. 

Como dice el dicho popular, "todo en exceso es malo". ¡Prueba con las dósis medias! 

 

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