- Para Padres
Existe la creencia de que al comerse este tejido humano, la mujer recuperará más energía y evitará que sufra de depresión.
“Freí la mía con un poco de ajo, sal y jengibre”, “yo la pude tomar en batido, pero lo hice bastante rápido, no quería ni pensar en eso”... Es así como algunas famosas de Hollywood aseguran haber comido su placenta después de su parto. Sí, así como lo lee, como si se tratara del más rico manjar, algunas hollywoodenses decidieron comer su placenta; cada una la preparó a su gusto.
Y es que la placentofagia es una tendencia que va en aumento entre las nuevas mamás. Los mamíferos, generalmente comen la placenta después del parto, es posible que lo hagan por la supuesta acción de la misma al reducir los dolores después de este importante evento. Como los seres humanos somos mamíferos, tal vez con el mismo pensamiento es que comenzó esta tendencia.
La ex conejita Playboy Holly Madison, la actriz Alicia Silverstone, Mayin Bialik, entre otras, se atrevieron a ingerir sus placentas. Todas coinciden en que tuvieron muchos beneficios, el más importante fue: cero depresión.
El ginecólogo Abel Ibarra explicó que la placenta es un tejido humano que tiene una función específica (intercambio de alimento y oxígeno, a través del cordón umbilical, al niño), más no se forma para ser ingerida por el ser humano. “Se le atribuyen propiedades cicatrizantes y se usó hace varios años para cubrir los injertos de piel, pero se ha dejado de usar con la aparición del sida”, dijo.
Tendencia en aumento
Aunque hay mucha controversia sobre el tema, en Inglaterra opera la Red de Encapsulación de Placenta (Ipen, por sus siglas en inglés) que se encarga de recoger el órgano una vez que sale del útero, preparar esa primera bebida y llevarse el resto del producto para secarlo y encapsularlo.
Las autoridades están muy preocupadas, ya que temen que esta práctica genere algún tipo de contaminación bacteriana, y por ello realizan algunas investigaciones.
Por otra parte, la placenta seca se utiliza como medicina china tradicional por sus propiedades fortalecedoras.
En la actualidad, esta práctica de comer la placenta después del parto se está dando más en Estados Unidos y en ciertos países europeos. Lo curioso de todo es que quienes decidan seguir o poner en práctica esta tendencia ya tienen varias opciones: placenta cruda, cocida, o deshidratada y convertida en cápsulas es lo más utilizado, ya que es más fácil de ingerir.