Lupus, una enfermedad autoinmune que se confunde con otras patologías

Lun, 05/17/2021 - 10:28
Esta enfermedad no tiene causa conocida. Esto es todo lo que se sabe sobre ella.

El lupus es una enfermedad autoinmune. En otras palabras, una patología que hace que el cuerpo se ataque a sí mismo, afectando a diferentes articulaciones, músculos y otros órganos. Sin embargo, sus síntomas se confunden con enfermedades como la artritis, por lo que su diagnóstico todavía no es claro, incluso, entre los profesionales.

 

El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) es, hoy por hoy, una enfermedad incurable del sistema inmunitario. Según define la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), se trata de una patología que identifica de manera errónea células propias como extrañas.

 

Esto desencadena en la producción de anticuerpos contra el propio organismo de forma excesiva en el torrente sanguíneo. Por consiguiente, se genera inflamación y daño en las articulaciones, músculos y otros órganos.

 

 

El lupus puede tener diferentes detonantes y sus síntomas son muy diversos, “llegando a imitar a otras enfermedades como la Artritis Reumatoide o la Esclerosis Múltiple“, según la Federación Española de Lupus (FELUPUS).

 

Esta enfermedad no tiene causa conocida, explican desde la federación, aunque la investigación evidencia la implicación de factores genéticos, hormonas e infecciones incluso víricas.

 

Dado que presenta una gran variedad de síntomas, el lupus puede pasar desapercibido para médicos de familia y especialistas, retrasándose así el diagnóstico. Un factor que puede ser crucial para el tratamiento temprano de la enfermedad, aseguran desde FELUPUS.

 

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Síntomas más comunes

Según los expertos, no todas las personas presentan exactamente los mismos síntomas, pero sí existen algunos comunes en la enfermedad:

  • Dolor en músculos y articulaciones
  • Eritemas permanentes en las mejillas
  • Problemas de riñón
  • Fatiga extrema y debilidad
  • Ulceras bucales o nasales
  • Riesgo de abortos espontáneos
  • Pérdida de pelo
  • Eritemas solares
  • Depresión
  • Síntomas gripales y/o sudoraciones nocturnas
  • Inflamación de los tejidos que recubren órganos internos con dolor abdominal o pectoral
  • Mala circulación sanguínea
  • Problemas hematológicos como la anemia
  • Ataques, enfermedad mental u otros problemas cerebrales
  • Dolores de cabeza, migrañas

Entre ellos, el dolor muscular y el cansancio extremo son los más habituales.

 

 

Tipos de Lupus

Esta patología puede desarrollarse en cualquier persona, pero los expertos apuntan a que lo sufren con más frecuencia mujeres de entre 20 y 50 años.

 

Más allá de la descripción general, la AEDV expone los diferentes tipos de Lupus que existen:

1. Lupus Eritematoso Sistémico

El más frecuente y puede afectar a muchos órganos del cuerpo. Puede ser difícil de diagnosticar ya que no existen dos pacientes que expresen los mismos problemas. Además, sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades.

 

2. Lupus Eritematoso Cutáneo

Es el lupus eritematoso que afecta a la piel.

 

3. Lupus Eritematoso Medicamentoso o Secundario

Ocurre como reacción a determinados fármacos y puede expresarse de dos maneras. O bien se desarrolla con síntomas similares al Lupus Eritematoso Sistémico de forma leve, o con una erupción en la piel muy similar al cutáneo.

 

4. Lupus Neonatal

Es un tipo poco frecuente que afecta al recién nacido. Puede aparecer en los hijos de madres con lupus. Los síntomas, en este caso, se desarrollan a menudo en forma de lesiones cutáneas y, con menos frecuencia, aparecen alteraciones del ritmo cardíaco. Sin embargo, los problemas suelen desaparecer entre los 6 y 8 meses de edad, cuando el cuerpo del bebé elimina por completo los anticuerpos maternos.

 

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Desencadenantes

Según la Federación Española de Lupus, existen ciertas situaciones que pueden ser claves para aquellas personas susceptibles de padecer esta enfermedad:

  • En la pubertad
  • Durante la menopausia
  • Al dar a luz
  • Después de una infección vírica
  • Con la exposición solar
  • Como resultado de un trauma
  • Después de un tratamiento prolongado con ciertos medicamentos

 

 

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