- Familia
Si bien la mayoría de los niños con infección por COVID-19 tienen síntomas leves o no tienen síntomas en absoluto, cualquier persona que haya tenido COVID-19 (incluso si la enfermedad fue leve o no tuvieron síntomas) puede tener efectos a largo plazo.
Los efectos a largo plazo de la infección por COVID-19 están repercutiendo en la salud de algunos niños y adolescentes, además de los adultos. Si bien la mayoría de los niños con infección por COVID-19 tienen síntomas leves o no tienen síntomas en absoluto, cualquier persona que haya tenido COVID-19 (incluso si la enfermedad fue leve o no tuvieron síntomas) puede tener efectos a largo plazo.
“Este concepto de COVID-19 persistente, o pacientes con síntomas persistentes, hace referencia a un subgrupo de personas que presentan infección por COVID-19. En lugar de recuperarse de la infección en el transcurso de dos semanas, siguen teniendo síntomas, por lo general durante semanas o meses”, afirma la Dra. Nipunie Rajapakse, médica especialista en enfermedades infecciosas pediátricas en Mayo Clinic.
“Esto no les sucede a todas las personas”, explica la Dra. Rajapakse. “Sin embargo, ya está bien definido en algunas personas que manifiestan esta infección. Estamos intentando comprender por qué les sucede a algunas personas y no a todas. Está bien definido en los adultos y ahora estamos enterándonos de casos en niños. Al parecer, los adolescentes son los más afectados en gran medida”.
Se están realizando varios estudios. Por ejemplo, los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. están estudiando la COVID-19 en niños, incluidos los resultados a largo plazo para los niños que se infectaron con el virus.
“Se implementaron varias iniciativas: primero para ayudar a identificar a estos pacientes y luego para descubrir la mejor manera de ayudarlos”, dijo la Dra. Rajapakse. “Al parecer, los pacientes que presentan estos síntomas tienen mucha dificultad para volver a su nivel de funcionamiento anterior (retomar la escuela, el trabajo y los deportes en los que hayan participado)”.
“Una de las mayores dificultades que presenta la COVID-19 persistente es que no se trata de una afección o de un conjunto de síntomas", explicó la Dra. Rajapakse. “Las personas describen diversos síntomas, como fatiga intensa, dolores musculares, dolores en general, dolor de garganta, fiebre, dificultad para respirar, y prácticamente cada persona tiene una combinación particular de estos síntomas. Estos síntomas pueden prevalecer por distintos periodos y pueden variar en gravedad”.
Entre los síntomas de la COVID-19 persistente se pueden incluir los siguientes:
- Cansancio o fatiga
- Dificultad para pensar o concentrarse (también conocida como confusión mental)
- Dolor de cabeza
- Pérdida del olfato o el gusto
- Mareos al pararse
Aún se desconoce el motivo o la frecuencia por los que algunas personas manifiestan síntomas del síndrome crónico de COVID-19. Estos síntomas también pueden coincidir con los de muchas otras enfermedades crónicas, por lo que es importante que se realice una evaluación médica a fin de garantizar que no exista otra afección que cause los síntomas.
“Existen dudas sobre si estos síntomas se manifiestan por la repercusión del virus en ciertos sistemas de órganos o si se trata de una respuesta del sistema inmunitario y cómo este respondió a la infección. Hay varias posibilidades sobre cuál podría ser la causa”, dice la Dra. Rajapakse. “Sin embargo, creo que el enfoque inicial se centró en identificar a estos pacientes, brindarles atención médica y tratar de comprender cuál es el problema subyacente que está provocando esto”.
Leer más: Conoce cómo hablar con tus hijos después del divorcio