- Nutrición
¡No existe una dieta anti acné! Sin embargo, hacer cambios oportunos en la forma de alimentarnos puede traer mejoras importantes en dicha condición.
Ya sea en adolescentes o en adultos, el acné es una problemática de la piel bastante frecuente. Puede tener muchas causas como desequilibrio hormonal, genéticos y ambientales.
Es importante buscar la orientación médica de un especialista para encontrar la solución efectiva, ya que no en todas las personas el abordaje será igual; además, la alimentación saludable puede ser una herramienta de mucha ayuda, tanto en el tratamiento como en la prevención de la misma.
A continuación, comentaremos algunas pautar dietéticas que te ayudarán con este problema.
Recalquemos algo: ¡No existe una dieta anti acné! Sin embargo, hacer cambios oportunos en la forma de alimentarnos puede traer mejoras importantes en dicha condición.
El azúcar es uno los componentes de la alimentación que puede afectar nuestra piel, y es que, al subir los niveles de azúcar en sangre, rápidamente se eleva también la hormona insulina, que se puede relacionar con mayor producción de sebo por las glándulas sebáceas. Los alimentos ultra procesados, como las harinas o carbohidratos refinados, causan este mismo efecto.
Por otro lado, las grasas refinadas que encontramos frecuentemente en alimentos de comida rápida puede ser detonantes de inflamación general, lo que también se relacionaría a esta afectación de la piel.
Entonces, ¿qué debo comer?
Se recomienda una alimentación balanceada según las necesidades nutricionales de cada persona, que incluya carbohidratos de bajo índice glicémico. ¡Sí, tiene todo el sentido!, pues estos, a diferencia de los refinados, no elevarán tan rápido el azúcar en sangre, debido a que usualmente contienen más fibra dietética. Algunos ejemplos son: leguminosas como lentejas y frijoles, vegetales, algunas frutas cítricas (no jugos).
Además, existe alguna evidencia de la relación favorable del consumo de alimentos que aportan Zinc como mariscos, semillas de calabaza, quínoa, pepitas de marañón, entre otros.
También, parece ideal incluir alimentos ricos en vitamina A y E como zanahoria, papaya, mango, zapallo, camote, almendras, semillas, aceite de oliva virgen, entre otros; ya que tienen gran potencial antioxidante, ayudando a combatir los radicales libres que a menudo dañan las células de nuestro cuerpo, incluyendo las de la piel.
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