
Algunos, sobre todo nosotras las mujeres, tenemos la idea de que el matrimonio es la máxima expresión o conexión que se puede llegar a tener con nuestra pareja. Sin embargo, un nuevo estudio afirma que no es necesario caminar hacia el altar para lograr ese impulso; lo único que necesitas para eso es compartir un hogar con tu pareja.
La investigación fue publicada recientemente en la revista Journal of Family Psychology. Los investigadores encuestaron a 8.700 personas, todos nacidos entre 1980 y 1984. Esas encuestas se realizaron cada dos años desde 2000 hasta 2010. Se les preguntó acerca de su estado civil, así como su estado de angustia emocional.
Hubo algunos resultados interesantes. Para comenzar, en sus primeras relaciones serias, las mujeres reportaron menores niveles de angustia emocional (sin contar si estaban independizadas o convivían con su pareja). Pero los hombres sólo vieron un impulso emocional si se casaron.
Sin embargo, esa diferencia desapareció cuando los investigadores observaron segundas relaciones principales participantes: Tanto los hombres como las mujeres consiguió refuerzos emocionales por vivir o casarse con sus parejas.
“En un momento, el matrimonio pudo haber sido visto como el único camino para que las parejas jóvenes para obtener el apoyo social y el compañerismo que es importante para la salud emocional”, dijo Claire Kamp Dush, PhD, co-autor del estudio, en un comunicado de prensa . “[Pero] no es de esa manera. Estamos encontrando que el matrimonio no es necesario para cosechar los beneficios de vivir juntos”.