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Nos pasa a todos en algún o varios momentos de la vida: la oficina en ocasiones puede ser un lugar difícil. Pero descuida, hay solución.
La desmotivación es la causa de la alta rotación de empleados en algunas empresas. Pero bien, las buenas nuevas son que hay maneras para motivarte en tu trabajo, te compartimos algunos consejos para que pongas en práctica:
Ten presente tus propósitos
El propósito es “para qué” y “por qué” vas a trabajar todos los días. Todo lo que hacemos en esta vida, lo hacemos por algo en especial, una causa final. Entonces, al levantarte en las mañanas, al escuchar el reloj despertador, ten claro lo que vas a realizar en el día y por qué. A lo mejor tu motivación para trabajar sea esa casa soñada o el amor por tus hijos. Reflexiona y ponlo en práctica.
Controla tus emociones
Ellas están a la orden del día, y en nosotras las mujeres mucho más. No es lo mismo esa sensación que sientes un lunes en la mañana al viernes en la tarde. Lo cierto del tema es que hay que aprender a convivir con ellas, sin que ellas dominen tu vida. Al momento en que te sientas desanimada, ponle un “stop” a tu cerebro y no te dejes vencer.
¡A sonreír!
Dicen los expertos que una sonrisa es un arma eficaz para el estrés, además de otros beneficios para la salud. En tu trabajo, por más aburrido que sea, puedes desarrollar un ambiente divertido. Comparte con tus colegas, habla con ellos, organiza momentos de distracción... puede ser contar algo chistoso que te pasó, etc. Verás que después de una carcajada te sentirás aliviada.
Ten vida después de la oficina. Este punto es clave. No puede ser que tu vida gire entorno al trabajo/casa. Necesitas al menos un espacio para ti, para socializar con otras personas. Aristóteles dijo: “El hombre es un ser social por naturaleza...”. Por lo que trata de hacer alguna actividad o pasatiempo que te guste.
¡Tú decides!
Quizás hayas puesto en práctica todos estos consejos y nada pasa, ya que sigues sin motivación. En este sentido, tienes la opción de buscar ayuda profesional, un terapeuta o hablar con alguien de confianza que te pueda dar un buen consejo. A lo mejor la vida te esté diciendo de esta forma que es hora de emigrar, mover tus pies y optar por una nueva experiencia profesional.
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