El Reiki es una técnica japonesa de imposición de manos en la que el terapeuta hace pasar la energía al paciente con la intención de equilibrar su cuerpo , mente y espíritu canalizándola a través de los Chakras o puntos energéticos. Fue desarrollada por el doctor Mikao Usui cerca de 1920 basándose en las técnicas tibetanas de curación tradicional.
Se ha definido como “energía universal” ( RE: energía, KI: universal) y su característica principal es que no impone ningún tipo de dogma de fe y puedes adaptarla perfectamente a tus creencias sin importar a cuál religión le vayas ya que las energías están por encima de cualquier creencia de la mente.
Para poder hacer Reiki a otras personas no es necesario tener ninguna habilidad especial. El único requisito es estar iniciado por otro maestro que abrirá tus canales energéticos para que seas capaz de transmitir tu energía a otros a través de tus manos.
Reiki parte de los principios de la medicina oriental basada en los Chakras y en los desequilibrios energéticos que se producen por el desbalance de los mismos. Cuando se produce este desequilibrio el cuerpo se puede enfermar y es cuando aparecen dolencias físicas y mentales que debemos atender. Se sostiene bajo la premisa de que todas las enfermedades tienen su origen en las emociones y en el mal ajuste de las mismas por lo que toda dolencia o padecimiento se podría sanar cuando restablecemos los puntos energéticos.
Comenzó a usarse en los hospitales de Estados Unidos y Suiza como método para mejorar la vida de los pacientes y facilitar el trabajo de los médicos y las enfermeras.
A nivel físico ayuda a aliviar todo tipo de dolores, inflamaciones, problemas de la piel, lesiones y a nivel mental cura las depresiones, la ansiedad, insomnio y trastornos emocionales, entre muchas otras cosas más.
Sea cual sea tu padecimiento lo que cuenta es que tengas una mentalidad abierta para que las energías fluyan y puedas liberarte de los desajustes que puedas tener. Pero, como toda técnica basada en la energía es importante que no cualquier persona sea la encargada de este proceso ya que podrías ocasionarte un mal mayor y cargarte de mala energía sin estar consiente. Existen personas que sin estar iniciadas se dedican a estas terapias sin la debida formación y por ganar dinero engañan a las personas haciéndose pasar por terapeutas. Luego, el paciente culpa al Reiki de no servir para nada cuando en verdad se ha caído en manos inescrupulosas no capacitadas para manipular energía. Es importante siempre pedir a tu terapeuta que te hable de su linaje y con quien se inició para impartir Reiki.
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