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La densitometría ósea determina riesgo de fracturas y osteoporosis
La densitometría ósea emplea una dosis baja de rayos X para medir de forma rápida y no invasiva la cantidad de calcio y otros minerales presente en un segmento de hueso, que normalmente es de la cadera y de la columna vertebral. Si se observa una disminución en la densidad mineral ósea, el médico puede determinar el riesgo de sufrir fracturas, así como diagnosticar y controlar el avance de la osteoporosis.
La mayoría de las personas jóvenes y sanas no necesitan someterse a una densitometría ósea. Sin embargo, a medida que se avanza en edad, el riesgo de osteoporosis aumenta porque la densidad ósea tiende a disminuir con el envejecimiento. Esto es particularmente cierto en el caso de las mujeres. Por lo tanto, si usted es mujer y tiene 65 años o más, lo recomendable es que se haga una densitometría ósea, porque si bien el examen puede revelar que sus huesos están sanos, también ofrece un valor basal contra el que comparar futuros análisis.
En el caso de los hombres que no han sufrido fracturas, la respuesta no es tan clara como en las mujeres. El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de Estados Unidos no recomienda hacer densitometrías de rutina en los hombres, porque corren bajo riesgo de sufrir fracturas gracias a su mayor masa ósea y a que pierden hueso a menos velocidad que las mujeres. Además, la evidencia no es concluyente respecto a que los medicamentos contra la osteoporosis prevengan fracturas en el sexo masculino. Sin embargo, a la osteoporosis se le atribuye que 1 de cada 4 hombres de más de 50 años sufra fracturas. Por ello, algunos grupos, como la Fundación Nacional de la Osteoporosis, todavía recomiendan hacer estos exámenes en los hombres a partir de los 70 años de edad.
Los hombres de 50 a 69 años y las mujeres menores de 65 años podrían hacerse una densitometría ósea si tienen factores de riesgo para osteoporosis, tales como antecedentes familiares de la enfermedad o historial de facturas. Otro factor de riesgo es tomar ciertos fármacos que interfieren con el proceso corporal de restauración ósea. Entre los ejemplos de esos medicamentos están los esteroides, como la prednisona, y los inmunosupresores, como los que se administran después de un trasplante de órgano o médula ósea. Las personas de más de 50 años que han sufrido alguna fractura ósea y quienes han perdido 4 cm (1.5 pulgadas) o más de estatura posiblemente requieran una densitometría ósea para detectar osteoporosis.
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Los resultados de la densitometría ósea se muestran con una medida conocida como “puntaje T”. Un puntaje T de menos 1 o más alto se considera normal. Un puntaje T de menos 2.5 o más bajo se considera osteoporosis. El rango existente entre normalidad y osteoporosis se considera osteopenia, afección en la que la densidad ósea es menor a lo normal y pone a la persona en mayor riesgo para osteoporosis. La osteopenia también aumenta el riesgo de sufrir fracturas óseas.