Respira y desintoxica el cuerpo

Mié, 01/13/2016 - 12:54
El control adecuado de nuestra respiración es una de las estrategias más sencillas para hacerle frente al estrés.

Las compras, el estrés, la prisa, el movimiento frenético, el poco ejercicio físico, la falta de conciencia sobre el funcionamiento del cuerpo... todos estos son factores crean patrones de respiración que se caracterizan por un ritmo acelerado y una escasa intensidad; lo que da como resultado una respiración más superficial.

El experto en bienestar, Ramón Villamil, asegura que el 40% de las personas solo utiliza una parte de su capacidad pulmonar, la parte superior de los pulmones, lo que facilita una respiración eminentemente torácica en la que el diafragma tiene poco funcionamiento. Esto significa que el cuerpo no recibe la suficiente oxigenación como la que se obtiene con la respiración más profunda.

Cuando se respira incorrectamente es poco el oxígeno que llega a los tejidos, esto da como resultado un mayor trabajo cardiaco y una considerable intoxicación del organismo, esto facilita la aparición de la ansiedad y la fatiga física.

Pero hay soluciones. Por ejemplo, a principios del siglo XX un hombre enfermo y prisionero de guerra, con la intensión de recuperarse, creó una serie de ejercicios para los que solo utilizaba la cama del hospital en el que estaba. Tiempo después, su rutina fue mejorando hasta revolucionar la forma de ejercitarse y de mejorar la respiración; el método lleva el nombre de su creador, Joseph Pilates, hoy día muy practicado.

Algunos ejercicios

Pero en esta ocasión no vamos a enfocarnos en el pilates, más bien en otras técnicas que ayudan a mejorar la respiración y así liberar las toxinas de nuestro cuerpo. ¡A tomar nota!

  • Inspiración abdominal. El objetivo de este ejercicio es que la persona dirija el aire inspirado a la parte inferior de sus pulmones. Para esto debes colocar una mano en el vientre y la otra en el estómago; durante el ejercicio se debe percibir movimiento al respirar en la mano situada en el vientre, mas no en el estómago. Se hace de 15 a 20 minutos.
  • Inspiración abdominal y ventral. Aquí la idea es distribuir el aire hacia la zona inferior y media de los pulmones. El ejercicio es igual al anterior, la diferencia está en que una vez llenada la parte inferior hay que hacer lo mismo en la zona media. Se debe notar movimiento primero en la mano del abdomen y después en la del vientre.
  • Inspiración abdominal, ventral y frontal. Lo que se busca con este ejercicio es lograr una inspiración completa. Para ello, la persona colocada en la postura anterior debe llenar de aire la zona del abdomen, después el estómago y por último el pecho.
  • Espiración. Este ejercicio es la continuación del #3, por lo tanto hay que hacer los mismos pasos y después espirar el aire con los labios cerrados, de forma que al salir el aire se produzca un resoplido. Se debe hace pausadamente.
  • Ritmo inspiración-espiración. Es bastante parecido al antes mencionado, solo que ahora la inspiración se hace de forma continua enlazando los tres pasos (abdomen, estómago y pecho). La espiración es parecida a la del paso 4, solo que de manera más silenciosa.
  • Sobregeneralización. Este es el paso más difícil. Resulta que los ejercicios antes mencionados se deben de ir utilizando -poco a poco- en situaciones cotidianas (sentados, de pie, caminando, trabajando, cocinando, en fin.). Es muy importante que cada día se practiquen los pasos recomendados, el objetivo es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizarlo para que pueda ser mantenido en situaciones de estrés.

Es necesario que antes de iniciar los ejercicios antes señalados el cuerpo esté algo relajado, se deben hacer algunas técnicas de estiramiento -brazos y piernas-, así será más fácil lograr tener una respiración más profunda. Es importante mencionar que las rutinas de respiración no son algo exclusivo de embarazadas.

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