¿Qué te sostiene en la crisis y por qué es vital descubrirlo?

Mar, 09/29/2020 - 09:49
Todo ser humano puede diseñar su propio mundo y su propia inmensidad, si lo desea. Ese lugar incluye el sustento de la propia alma que está más allá del corazón.

Saludos MUJER,

Nuestra “vida interrumpida” se está acomodando con más movimiento y libertad. Eso es una buena noticia para el planeta entero, y me siento feliz por todos aquellos comerciantes que inician la apertura de sus negocios. Este estímulo es a todo nivel, no solo económico, sino social y afectivo.

 

Tengo la certeza que en los primeros meses saldrán a la luz pública los interminables relatos que se convertirán en ‘best sellers’, películas y obras de teatro, contando las historias reales que hemos vivido durante el año 2020. ¡Que así sea!

 

Acercándonos a la primera semana de octubre confieso mi estado de total optimismo y fortaleza para atender a lo que llamo la “nueva era”.

 

Quiero imaginar que cada una de nosotras ha reforzado y expandido sus recursos y habilidades personales. Cada una tal vez ha rescatado y definido lo que la sustenta en momentos de crisis e incertidumbre.

 

A mí me salvó la palabra inmensidad

Cada cual tiene su fuente de sustento. Para unas es la religión, las oraciones, la relación estrecha con un santo o con Dios, con su familia y amistades. Para otras es saber que hay algo superior y que tal vez no tiene nombre propio.

 

En estos meses de tanto espacio para reflexión he querido encontrar, imaginar un estado o lugar que lo sostenga todo, que lo permita y abrace todo, y lo que me vino fue la palabra la INMENSIDAD, como algo sin tamaño, infinito, que no separa, juzga ni excluye. Que literalmente abraza todo lo mío y lo tuyo, lo del planeta y lo del más allá.

 

Inmensidad es un estado mental que me salva del desasosiego, de la desesperanza, de la incertidumbre. Exista o no exista, no tiene importancia, y eso es lo maravilloso del poder de la imaginación y el mundo inédito de las posibilidades. Todo ser humano puede diseñar su propio mundo y su propia inmensidad, si lo desea. Ese lugar incluye el sustento de mi propia alma que está más allá del corazón.

 

¿Cuál es el verdadero sustento de los seres humanos?

¿Qué te sostiene a ti?

 

Esa inmensidad la viví en ese viaje al monte, en las Provincias Centrales hace un par de semanas. Yo no comprendo aún el efecto visual-cerebral que tiene el mirar y contemplar espacios abiertos colmados de naturaleza, verde, cielo, sin humanos, sin casas, edificios ni cosas. Solo naturaleza, puro espacio lleno de naturaleza.

 

Leer más: Reflexiones para una nueva era. El poder está dentro de ti

 

Ríos limpios cristalinos mensajeros de la fugaz impermanencia de todo lo que existe. Nadie se baña en el mismo río dos veces, alguien dijo. Tan cierto que cuando estaba sumergida en esas corrientes tan poderosas imaginaba el curso de las aguas que me tocaban en ese momento sabiendo que jamás, jamás, jamás me tocarían de nuevo.

 

Vivir esa experiencia a nivel celular que entra por la retina me hace vivir con plenitud y total agradecimiento.

 

No se necesita pensar, analizar ni planear. No se necesita nada cuando te sumerges en ese océano de inmensidad. De más está decirte que regresé renovada y con los “contenidos” de mis pensamientos y proyectos bastante actualizados.

 

Te comparto este poema o prosa como desees llamarle. Jamás puse atención a la mayoría de las reglas, menos cuando se trata de expresarme. Aquí va:

 

ODA A LA INMENSIDAD

Deja todo lo que está afuera, entra sola. No traigas a la muchedumbre.

Te daré lo que los sentidos no pueden darte.

Te daré lo que no ha habitado en tu corazón.

Esta es una promesa de Jesús en algún lado, en algún momento.

 

Apreciar los sentidos y sus voces.

Renacer el olfato y cerrar los ojos.

Renacer el oído y cerrar los ojos.

 

Mi cuerpo se renueva con la gracia de la inmensidad

Mis pensamientos, emociones y recuerdos son renovados

Mis relaciones son renovadas

Mi comunicación es renovada y expandida

Mis ideas son renovadas y expandidas

Mi atención es renovada, mis planes son renovados

Mis deseos son renovados, mis sentimientos son renovados

Mis angustias, tristeza, cansancio son renovados

 

Reconozco, renuevo y reclamo mi paz, la paz de Dios.

Acepto y renuevo mi paz. Reclamo y aplico la paz en mí.

Reconozco y reclamo la paz en mí y para mí.

Reconozco y reclamo la libertad de mis pensamientos y sentimientos.

 

¡Que estés en gozo y luz con todos tus seres queridos!

¡Que tú y los tuyos estén en la luz y paz de la inmensa providencia!

Yo recibí lo de adentro y lo de afuera, y por eso soy bendecida y agradecida.

 

Espero haberte encontrado en alguna frase. Si eres poeta o escritora me cuentas cómo se llama eso de arriba. Siempre deseo aprender.

Deseo que tengas un poderoso y armonioso octubre.

Te abrazo apretado. Lo olvidaba: te cuento que estoy feliz porque ya casi cumplo años y me encanta esa fecha.
Cristina Raquel

 

 

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