- Mente y Cuerpo
Pon atención a tu cuerpo, a veces nos envía señales de problemas mayores
¿Has estado alguna vez en esa situación incómoda de tener que excusarte en un almuerzo unas 3 o 4 veces para ir al baño? O quizás eres la que más veces se levanta en los vuelos para correr a orinar. Si te suena familiar esta necesidad constante de orinar, la realidad es que puede estar apuntando hacia un número sorprendente de problemas médicos.
La mayoría de las personas orinan seis o siete veces al día, pero en cualquier lugar entre cuatro y diez está bien si no le causa ningún problema, explica Sangeeta Mahajan, uroginecóloga en el Hospital Centro Médico del Hospital Universitario, al sitio Bustle. Causar más de 10 veces al día, u orinar de 8 a 10 veces y experimentar angustia, es motivo de preocupación.
Estas son algunas de las causas más comunes de la micción frecuente, qué significa cada una de ellas y qué puede hacer al respecto.
1. Ingesta excesiva de líquidos
Siempre se nos dice que nos mantengamos hidratados, pero rara vez nos dicen cuándo parar. En realidad no es bueno consumir más de ocho a 10 onzas líquidas (una taza pequeña) por hora, dice Mahajan. Beber más que esto es la principal fuente de micción frecuente, por lo que el problema a menudo desaparecerá si bebes menos.
2. Vejiga hiperactiva
Este síndrome se produce cuando los nervios de la vejiga hacen que se contraiga de manera incontrolable, explica Mahajan. A veces se piensa que esto es parte del envejecimiento, pero un estudio reciente de Allergan, Inc. y la Asociación Nacional para la Continencia descubrió que una cuarta parte de los pacientes con vejiga hiperactiva se diagnosticaron antes de cumplir los 35. Si tienes una vejiga hiperactiva, es probable que sientas una necesidad constante o repentina de orinar, incluso cuando no hay mucho allí. Hay medicamentos recetados que puedes tomar para esto, dice Mahajan, y en casos raros cuando eso no funciona, podrías optar por un procedimiento invasivo como inyecciones de Botox en la vejiga o un estimulador de la vejiga.
3. Diabetes
La diabetes tipo 1 y tipo 2 conducen a la eliminación de la glucosa del cuerpo a través de la micción, explica la Dra. Mahajan. Si su micción constante es el resultado de la diabetes, probablemente estés bebiendo mucho y viendo mucha orina cada vez. Tu médico puede hacerte una prueba de diabetes a través de un análisis de sangre u orina.
4. Ingesta diuretica
Las bebidas alcohólicas y la cafeína son diuréticos, sustancias que le hacen orinar. Según Mahajan, ciertos medicamentos utilizados para tratar la acumulación de líquidos y la presión arterial alta también funcionan de esta manera. Trate de limitar su consumo de bebidas diuréticas o pregúntele a su médico acerca de cualquier medicamento que pueda estar contribuyendo al problema.
5. El embarazo
Dice Mahajan que el útero empuja la vejiga cuando hay un feto en crecimiento, lo que podría hacerte sentir que tienes que orinar, incluso cuando hay muy poco allí. Si es posible que esté embarazada y siente una necesidad engañosa de orinar, hágase una prueba de embarazo para descartarla.
6. Quistes ováricos
De manera similar, un quiste ovárico (un crecimiento en los ovarios) puede empujar tu vejiga, haciéndote sentir que tienes que orinar incluso cuando la vejiga no está llena o dificultando el vaciado de la vejiga. Los quistes ováricos se pueden detectar a través de una ecografía y también pueden causar dolor pélvico o periodos irregulares.
7. Cistitis intersticial
Esta es una condición que afecta a los nervios que envían señales desde tu vejiga a tu cerebro, causando presión y dolor en la vejiga y región pélvica. Te encontrarás orinando mucho pero con muy poco saliendo. La cistitis intersticial se puede tratar con fisioterapia, medicamentos y estimulación nerviosa.
8. Accidente cerebrovascular u otra enfermedad neurológica
En casos raros, una necesidad constante de orinar podría provenir de daño a los nervios como resultado de un accidente cerebrovascular o una enfermedad neurológica, dice Mahajan. Es probable que esto tenga otros síntomas, por lo que un médico debería poder realizar las pruebas necesarias si lo sospechan.
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