- Mente y Cuerpo
La enfermedad del Parkinson es un trastorno neurodegenerativo crónico del mecanismo del movimiento, que con el tiempo conduce a una incapacidad progresiva, ya que sus síntomas se complican a medida que evoluciona. El Parkinson, que normalmente suele afectar a personas mayores de 50 años independientemente del sexo de éstas, también puede desencadenar ciertas alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones o, incluso, en la función autónoma. Las causas de esta enfermedad aún son desconocidas, pero algunos estudios han podido comprobar que muchos de los pacientes tienen en común la falta de dopamina, sustancia fundamental en lo relativo al control de la actividad física y mental del cuerpo. Además, la enfermedad destruye progresivamente las células nerviosas del cerebro encargadas de la producción de la dopamina.
Los síntomas que presentan el Parkinson suelen variar de una persona a otra y son diferentes dependiendo de la fase que haya alcanzado la enfermedad. El signo más típico suele ser la llamada hipocinesia, es decir, los lentos movimientos del cuerpo, además de la presencia de temblores yrigidez muscular. En las fases más tempranas, lo primero que notan las personas afectadas es fatiga, estreñimiento, depresión, sudoración profunda y tensión muscular. Con el paso del tiempo y la evolución de la enfermedad, los síntomas se vuelven cada vez más notables y fuertes. Empieza a ser imposible moverse deprisa, ya que existe un riesgo frecuente de caídas. Además, los síntomas relacionados con la movilidad no son los únicos, ya que también puede haber afecciones en el olfato y la vista. Por último, las fases más avanzadas de la enfermedad producen incapacidad total del movimiento y del habla.
Existen algunas vías adecuadas para mejorar los síntomas del Parkinson. Aquí se mencionan algunas de éstas:
- Las personas que padecen esta enfermedad deberían tomar alimentos bajos en grasa y evitar las grasas animales.
- La dieta debe ser complementada con entrenamiento regular. Caminar o nadar son ejercicios ideales para aliviar los síntomas.
- Tomar medicamentos que complementan la escasez de la sustancia de la dopamina, como la levodopa. Se trata de un fármaco que mejora significativamente los síntomas de la enfermedad, pero no frena su desarrollo. Cabe tener en cuenta que la levodopa puede tener efectos secundarios.
- Otras sustancias, conocidas como inhibidores, proporcionan un aumento de la dopamina con el objetivo de mantenerla más tiempo en el cerebro. Algunas de éstas son MAO-B o COMT.
- El método de la estimulación cerebral profunda reduce los síntomas mediante una operación que estimula ciertas partes del cerebro medianteelectrodos. Se trata de un proceso de duración bastante corta y que, además, no daña el tejido cerebral.
- La fisioterapia también sirve para proteger y estimular la capacidad de movimiento. Algunos ejercicios muy adecuados son la subida de escaleras y montar en bicicleta.
Por otra parte, la empresa HHP Spain, dedicada al bienestar, la salud y el cuidado personal, ofrece otro tipo de terapias como la de la Andulación, que es capaz de aliviar los síntomas causados por la enfermedad, pero que en ningún caso sustituye un tratamiento impuesto por los médicos. Este método de tratamiento es una tecnología nueva que se basa en los principios biofísicos. Su finalidad principal es aliviar el dolor del paciente, relajar el sistema nervioso, aumentar su rendimiento y, por supuesto, su bienestar físico. La Andulación combina estímulos de vibración mecánica y calor infrarrojo en profundidad. Es cierto que las fases avanzadas de la enfermedad del Parkinson no permiten el fácil desplazamiento de los pacientes, pero esto no es un problema para poder tratarse con el método de la Andulación, ya que HHP puede llevar sus productos hasta el domicilio de sus pacientes.
Otro de los usos frecuentes de la Andulación es totalmente preventivo, ya que no es útil solo para las molestias ya existentes, sino también para prevenir e inhibir la aparición del dolor. Esto se debe a que en cada aplicación se activan las células que producen más energía, lo que provoca resultados positivos en el organismo y en el estado de salud general. Además, la estimulación del flujo linfático garantiza la filtración y eliminación de las toxinas del cuerpo, lo que sirve como protección ante otras posibles enfermedades. De esta forma, los pacientes afectados por el Parkinson o por otras enfermedades que también se tratan con esta terapia consiguen tener mucha más vitalidad, ya que su sistema inmunológico está mucho más fuerte y resistente.
El hecho de producir más energía también se nota en el nivel de rendimiento, que suele ser mucho más alto tras la aplicación de la Andulación, lo que influye de manera positiva en el funcionamiento de los órganos, requisito indispensable para estar en plena forma.
Es cierto que los estudios aún no han encontrado cura definitiva para el Parkinson, pero por ello aquí se han detallado las principales formas de aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes que luchan en esta dura batalla.
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