El arte ancestral de traer bebes al mundo

Mié, 11/22/2017 - 16:22
Comadronas mantienen viva práctica ancestral de los mayas en Guatemala
photo:mineduc.edu.gt

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Las comadronas y las terapeutas cumplen un papel clave en la salud comunitaria e indígena de Guatemala.

 El estudio, realizado por la Asociación de Servicios Comunitarios de Salud (Asecsa), señala que los servicios que prestan estas personas contribuyen a rescatar vidas, y que los métodos, que han pasado de generación en generación durante siglos, son diferentes entre una y otra especialidad.

 

En gran parte de las comunidades mayas de Guatemala, un país en el que el 60 % de sus 16 millones de habitantes son indígena que viven en su mayoría sumidos en la pobreza, son las comadronas y las terapeutas las que mantienen vivo el sistema de salud mediante los conocimientos ancestrales a lo que se denomina "buen vivir".

 

Esa integración al sistema de salud oficial se traduce en el hecho de que las comadronas pueden atender en los centros de salud del interior del país.

Las terapeutas y comadronas "han sobrevivido a más de cinco siglos de invasión y destrucción colonial", a través del traslado de conocimiento de generación en generación, protegidas por la fuerza de la cosmovisión maya. La gran mayoría son kaqchikeles y se les conoce como Ati't (abuela) y k'exelon, quien releva la generación.

 

Las comadronas se dedican a la atención de las mujeres que gestan vida (embarazadas) y las cuidan durante este proceso, el parto y el posparto, y también cuidan de los niños en los primeros años. Las terapeutas tienen especialidades como Aq'omanel (curanderas), Chapon b'aj (que curar fracturas, golpes o traumas en los huecos)y las Aj q'ij (especialista en el equilibrio de las energías).  Además en Oyonel' (especialista en devolver el espíritu a una persona), Chayij (quienes sacan la mala sangre del cuerpo para curar una enfermedad), las Aj Tuj (quienes usan el temascal -baños de vapor- como tratamiento) y las sopladoras (que curan heridas y quemaduras).

 

Una encuensta realizada sostiene que las terapeutas descubrieron su trabajo a partir de diferentes señales como sueños, energía curativa en sus manos desde la niñez y por enfermedades, empobrecimiento y muertes de seres queridos. "Cuando lograron identificar tempranamente las señalas y aceptaron su trabajo, tuvieron menos sufrimientos en sus vidas", añadió la investigación.

 

También las comadronas aprendieron el servicio a través de los sueños o nacieron con esas capacidades de curar o recibir nuevas vidas. Ese es el caso de Luisa Cuc Cumes, quien según la investigación, comenzó a sanar niños cuando ella apenas tenía 8 años. "Todavía no me podía amarrar el corte y no me podía peina, pero ya curaba a los niños", relata la comadrona. 

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