Calma

Lun, 11/27/2017 - 15:20

Olor a salitre, alerones arriba, simpleza solo eso, simpleza…franelas puesta, jean cortos, mangas sueltas y sonrisas en el rostro. Mucha calma… el soplido del viento, el olor a mar, el plumaje brillante de los loros que alzan su vuelo con esos verdes y amarillos brillantes. 

Paz es lo que se respira cuando se está frente al mar, solo eso… paz. Pensamientos en calma, la mente vacía y tranquila, ni ideas ni problemas angustiosos, solo calma se puede palpar cuando se está cerca del mar. Siempre me ha llamado la atención de lo poderosa que puede ser la mente para crear y provocar. Solo ella puede ser capaz de dibujar un maravilloso mundo de colores cálidos y brillantes u oscuros y fríos. Es sorprendente el poder que tiene la mente sobre nosotros mismos y sobre nuestra realidad. 

Por eso me gusta tanto estar cerca del mar, porque es allí cerquita del agua que mi mente se permite estar en plena y absoluta paz, mirando azules intensos, creando formas con sus dedos en la arena, observando toda la belleza que solo la paz de tu mente puede provocar. 

Calma es lo que se respira cerca del mar, calma es lo que mi alma le encanta disfrutar, calma que no acompaña siempre es lo que me permito aprovechar cuando la tengo aladito mío hablándome cerquita al oído. 

Solo es de esa calma que me quiero bañar en esas aguas que la mirada me permite alcanzar. Me encanta cerrar los ojos y sentir esa calma, regalarla y compartirla, porque solo en esos momentos es que mi corazón está tranquilo y se permite saborear lo que la vida le desea regalar. 

Cada vez es más certero la importancia que tiene en nosotros el poder meditar, nuestra mente reposa y nuestro cuerpo se relaja. Busquemos espacios y momentos para disfrutar de esa calma que nos brinda tanto bienestar. 

Cada segundo que tu cuerpo y mente están en calma es un segundo que te regalas de mayor vitalidad. Tus brazos reposan, tu mandíbula se afloja, tus piernas descansan y todo tu cuerpo se permite estar. Es por ello que amo la calma y la paz que a mi vida me pueda regalar; en donde no hay cabida al miedo, las intrigas, desconfianza e intranquilidad. Solo en ese centro no hay espacio para invasiones ni confusiones, solo reina la belleza y la calma de poder estar. 

  • Compartir: