Jue, 09/24/2020 - 17:33
- Mente y Cuerpo
Todas las emociones vienen a enseñarnos algo, todas tienen una función en específico, y lo ideal es que la descubramos para entonces poder empezar a aprender sobre ellas
Las emociones son parte de los que nos hace humanos, pero a veces se nos hace difícil procesarlas y sobre todo aprender de ellas ya que tendemos a clasificarlas como buenas y malas. La verdad es que tal clasificación no existe.
Todas las emociones vienen a enseñarnos algo, todas tienen una función en específico, y lo ideal es que la descubramos para entonces poder empezar a aprender sobre ellas. Te dejaré algunas recomendaciones para que puedas aprender de tus emociones en el día a día.
- Edúcate sobre las diferentes emociones y sus funciones. Es importante empezar a reconocer lo que sentimos, ponerle nombre y actuar en base a eso. Al reconocer podemos procesar mejor, pero si no sabemos exactamente de dónde viene, se vuelve más frustrante.
- Empatiza con las emociones de los demás. Es válido aprender de las emociones de los demás, y si notas que esa persona maneja las emociones de cierta manera que consideres que a ti también te puede funcionar, hazlo. Saber empatizar con las emociones de los demás también nos enseña mucho de las nuestras y de nuestras maneras de lidiar con ellas.
- Dales la importancia que se merecen. No tomemos nuestras emociones a la ligera, hagamos un alto si es necesario para escuchar eso que nos quieren comunicar. ¿Este enojo me está avisando que alguien ha sobrepasado mis límites o es debido a que me recuerda experiencias pasadas? Preguntarnos el origen puede ayudarnos a conectar más con nuestra experiencia del momento.
- Aprendamos que las emociones no siempre son cómodas. No todas las emociones serán cómodas, pero al final esa incomodidad es la que nos ayuda a crecer y ser mejores entendedores de nuestro mundo interno.
- Date cuenta cuando las emociones empiezan a afectar tus decisiones. A veces las maneras en las que nos dirigimos van ligadas a lo que estamos sintiendo en el momento. Es importante recordar no tomar ninguna decisión con alguna emoción muy fresca; por ejemplo, ni tan feliz, ni tan enojado porque a veces pueden nublar nuestra lógica a la hora de tomar decisiones importantes.
- Aplica lo que aprendiste en el futuro. Es crucial que esto que aprendimos en ciertas experiencias podamos aplicarlas en el futuro cuando tengamos estas mismas emociones y así poder responder mejor hacia estas situaciones que nos dejan.
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