Tu piel revela todo

Si hay algo que la piel delata al 100% son nuestro hábitos, sean buenos o malos. No sé si te ha pasado, pero a veces me encuentro en la situación de,  sin importarme las consecuencias, comerme cuantos chocolates quiera, pero claro, después llegan los granitos. Así ocurre con varios hábitos, como fumar, tomar, dormir poco, etc. Veamos a través de la experiencia de la dermatóloga Jessica Weiser cómo nos afectan estas decisiones. 

Dormir con maquillaje

Lo sabemos, hay veces que llegas en la noche cansada y lo único que quieres es apoyar tu cabeza en la almohada, pero  “el maquillaje debe ser retirado cada noche para permitir que la piel se repare y regenere toda la noche”, dice la Dra. Weiser. “Dejártelo puede conducir a la obstrucción de los poros, la acumulación de aceite y el crecimiento de bacterias, que causan brotes de acné”. 

Comida rápida

Todos queremos una hamburguesa de vez en cuando, pero hay algo que debes conocer. “La glicación  sucede cuando los azúcares en los alimentos reaccionan con las grasas y las proteínas expuestas a altas temperaturas, como las generadas durante el proceso de cocción de la comida rápida”, explica la experta. “Estos productos pueden producir inflamación, lo que provoca la degradación del colágeno, laxitud de la piel, líneas finas y mucho más”. 

Humedad

La humedad excesiva puede desencadenar la producción excesiva de aceite de las glándulas, lo que lleva a los poros tapados y los brotes de acné. 

Azúcar

El azúcar desencadena la producción de radicales libres. Ahora, por distintos estudios, conocemos que ellos son los que provocan el envejecimiento precoz, arrugas, etc. Estos efectos ocurren con alimentos altos en azúcar o carbohidratos refinados.