Foto: epicureandculture.com / Luisa Puccini
El argán es un árbol de tamaño pequeño con un tronco muy espinozo originario de la región de Marruecos. El aceite proviene del extracto de las semillas de este árbol y es conocido como “el oro líquido” debido a su cantidad de propiedades y bondades para la piel, el cabello, entre otros.
Para empezar, el aceite de argán tiene un alto contenido de vitamina E, que como humectante, ayuda a evitar los signos del envejecimiento, además este tipo de vitamina ayuda a proporcionar salud a las uñas y fortalece el cabello y es esencial para mantener la elasticidad de la piel y el colágeno.
Otra de las propiedades que tiene este milagroso aceite es su cantidad de fitoesteroles (los fitoesteroles son el equivalente vegetal del colesterol animal, su función en el cuerpo humano al ingerirlos es la de bloquear en cierta medida la absorción del colesterol en los intestinos), utilizados en el tratamiento contra el acné y las cicatrices.
El aceite de argán es un excelente producto para el cabello también, podrás hidratarlo naturalmente, reducir la resequedad y lograr un brillo sensacional, solo tendrás que frotar un poco de aceite de argán en el cabello y cuero cabelludo con suaves masajes. Déjalo actuar durante 1 hora (también puedes optar por dejarlo puesto la noche anterior) y se enjuaga como de costumbre. Este proceso también te puede ayudar como tratamiento para la caspa.
En cuanto a su consumo en la dieta diaria, el aceite de argán es un excelente antiinflamatorio, también se le han atribuído propierdades anticancerígenos, especialmente por su contenido de antioxidantes y ácidos grasos saludables, que combaten y reducen el impacto de los radicales libres.