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Si buscas una actividad que te relaje y al mismo tiempo te haga adelgazar, te presentamos el Pilates, una modalidad de ejercicio que ha ganado gran popularidad entre celebridades y público en general, ya que entre sus múltiples beneficios figuran el fortalecimiento de los músculos y el control del cuerpo a través de la mente. Lo mejor de todo es que no requiere de esfuerzo y los resultados son rápidos.
Encuentra sus orígenes en el siglo XX, de la mano del alemán Josep Pilates, quien defendía la idea de que fortaleciendo el centro de la energía de cada individuo se conseguía que los movimientos de todo el cuerpo fueran más libres y fuertes.
Loreto Oyardú, instructora de la estética y spa Casa Bianca, explicó que a diferencia de otros sistemas, el entrenamiento de Pilates surge a partir del “centro de fuerza” o “power house”, que son los músculos más profundos del cuerpo, constituidos por abdomen, glúteos, pelvis y cadera.
Con este maravilloso método consigues tonificar, mejorar el sistema sanguíneo y linfático, corregir la postura corporal y un conocimiento profundo de tu cuerpo, lo que aumenta la autoestima.
Existen claves esenciales a la hora de hacer Pilates, y es de suma importancia tenerlas en cuenta para evitar lesiones y lograr mayor efectividad en el entrenamiento:
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La respiración. Debes mantener siempre el ritmo inhalando y exhalando.
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Busca tu centro. La columna vertebral debe estar recta, sin tensionar los hombros.
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Abdomen y glúteos. Tienen que estar contraídos para adquirir fuerza en estas áreas.
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La precisión. Debes procurar hacer los movimientos como lo indica la instructora.
Esta rutina se puede practicar con una máquina especial en forma de cama (reformer) o en el suelo con colchonetas (mat). Cualquiera que sea el caso, se recomienda que sea acompañado siempre de un instructor por su complejidad y para evitar posibles lesiones.
Podemos hacer esta actividad ya sea parados, acostados, sentados, de rodillas o en posición inclinada para impedir la presión sobre los músculos o articulaciones, y siempre manteniendo el control de todas las partes del cuerpo que intervienen en las sesiones.
Con esta técnica no necesitas hacer movimientos invasivos ni repeticiones, sino que está basada en lograr la alineación, el equilibrio y la fuerza que el mismo cuerpo libera en cada movimiento.
El trabajo que se realiza es tan completo, que solo necesitas las ganas para hacerlo.