- Farándula
Sara reveló en el programa Mujer, durante un especial por su boda, todos los detalles del íntimo y acogedor evento, junto al equipo que la maquilló, la vistió y le ayudó en la decoración y la planificación.
La pandemia por el Covid-19 nos ha bligado a tomar medidas para evitar la propagación del nuevo coronavirus, una de ellas es el distanciamiento social. Esto ha hecho que la forma de socializar y celebrar se vea afectada.
Con la cuarentena, muchas personas han optado por posponer sus planes de boda, esperando que todo vuelva a la "nueva normalidad". Pero el tiempo pasa y aún seguimos confinados. Este no fue el caso de Sara Bello y Agustín de Gracia, quienes a pesar de la pandemia, y por un motivo muy fuerte, decidieron convertirse en marido y mujer el día planeado.
La boda civil de la presentadora de Mujer y el publicista se celebró el pasado 16 de julio, con solo 8 invitados. Y aunque el hecho fue criticado por algunos internautas, los novios expresaron el motivo por el cual siguieron con sus planes, pese a que estamos viviendo una crisis mundial por la Covid-19. "La fecha la definimos el mismo día que nos comprometimos (el pasado mes de noviembre en Brasil). Hoy es el cumpleaños de mi madre (Q.E.P.D.). Hoy es el día de la Vírgen del Carmen. Significa mucho para mí, pese a las adversidades. Todo con los lineamientos de seguridad", aseguró el novio en su cuenta de Instagram. En la reunión, celebrada en el apartamento que comparte la pareja, el reducido número de invitados debía portar su mascarilla.
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Por su parte, Sara reveló en el programa Mujer, durante un especial por su boda, todos los detalles del íntimo y acogedor evento, junto al equipo que la maquilló, la vistió y le ayudó en la decoración.
La exreina de Calle Abajo de Las Tablas señaló que fue un algo caótico realizar la boda en medio del Covid-19, pero ellos anhelaban hacerlo por el significado de la fecha. Entonces, se puso manos a la obra para contactar a un equipo que le ayudara a hacer de ese día uno inolvidable, pues la pandemia no podía opacar su felicidad ni belleza. Y así fue. La 'wedding planner' fue Alexandra Victoria, el vestido rojo de Sara, con canutillos y transparencias fue confeccionado por su tío, el diseñador Rogelio González; mientras que el maquillaje y peinado de la espectacular novia estuvo a cargo de Rodrigo Quiel, quien también se ocupó de la decoración de la boda, donde predominaban las flores blancas naturales.
Pero incluso con todo organizado, una boda, por más pequeña que sea, siempre es un evento complejo, especialmente en medio de una crisis. Sara detalló que le tocó "tres días antes (de la boda) mover todo lo que teníamos en la sala y meterla en las dos recámaras", por lo que no había suficiente espacio para que los novios se cambiaran en su día por separado, con el misticismo que implica no ver a la novia antes de llegar a dar el 'sí, acepto'.
"Cuando se llegó el día de la boda mi tio Rogelio Gonzáles (que fue quien hizo mi vestido) me dijo que no durmiera en mi casa. Me fui para su apartamento que está cerca", mencionó. Ella quería tener la logística de llegar de sorpresa. "Agustín me dijo que ya estaban llegando los invitados y la jueza, y me preguntó ¿vienes o te arrepentiste?", broméo la tableña.
El comedor de la casa se usó para poner el bouffet y la decoración.
Sara también habló sobre la elección de su vestido, un atuendo digno de reina de Carnaval, que causó furor en las redes. "El rojo siempre ha sido uno de mis colores favoritos", por eso eligió su vestido en ese tono.
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