Lo que aprendí del Mes Rosa

Vie, 10/30/2015 - 18:36
Octubre una vez más se puso la cinta rosada por todo lo alto para recordar la lucha contra el cáncer de seno. Este mismo mes también se celebra el Día de la Salud Mental (10 de octubre); algo menos conocido. Ambos eventos buscan crear conciencia de la importancia de nuestra salud y el impacto que tiene en nuestro cuerpo y mente.  Y es que al igual que la mala alimentación y el sedentarismo, el estrés, las preocupaciones y tristezas no tratadas, los conflictos no resueltos y la mala comunicación terminan por tener un impacto negativo en nuestro cuerpo. Desde dolores corporales o gastrointestinales, alteraciones del sueño, adicciones, dificultades sexuales, sistema inmunológico vulnerable hasta células que pudiesen llegar a mutar y volverse dañinas. Todo lo que pensamos, sentimos y hacemos tiene un efecto en nuestra salud.
 
Hace un año, yo misma me encontraba apoyando a mi madre, quien estaba enfrentando esta enfermedad. Puedo decir que un tratamiento agresivo a tiempo y mucho positivismo y amor fueron claves para poder anunciar que esta vez, el cáncer no ganó. Deseo que muchos puedan decir lo mismo, por lo cual octubre es un mes para rendirles homenaje a las valientes luchadoras que siguen batallando, y a la vez recordar por lo alto a quienes nos dejaron, pero lo dieron todo. 
 
Una de las campañas más fuertes es el ya muy popular hashtag #YoLucho del Banco General, que invita a todos los panameños a expresarse cómo luchan contra el cáncer, a través de mensajes, fotos que tiene como propósito, luego, entregar una donación a FundaCáncer y a la vez invitar a otras personas u empresas a donar por esta causa.  Si nos tomamos el tiempo de revisar aquellas fotos, nos percatamos de que esta lucha es mucho más que contra una enfermedad. Octubre se convierte, entonces, en una celebración de momentos con quienes queremos y un recordatorio de lo que es realmente importante: nuestra salud en general. 
 
Así que #YoLucho por ayudar a los demás a ser la mejor versión de sí mismos si así lo desean, una mejor salud mental  y que a su vez tengan un impacto positivo en el cuerpo.  Para luchar por todo aquello que amamos, empecemos a cuidarnos nosotros mismos un poco más. Se puede empezar con lo básico: dormir lo suficiente, tomar mucha agua, comer balanceado y hacer ejercicio todas las semanas. Luego, mantener buenas relaciones sociales con amistades y la familia, no dejar que el trabajo agobie de más y asegurarnos de disfrutar de una actividad de ocio. Por último, está de más recordar hacerse todos los exámenes médicos requeridos cada año para que al final, nuestra lucha sea siempre mucho más que contra el cáncer; sea una lucha por la vida y todo lo hermoso que conlleva. 
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