
Cada etapa en la vida es una transición. Y, si en algún momento has escuchado hablar del terror que atraviesan algunas féminas al acercarse a los 30, te será interesante saber que a la llegada de los 40 también hay probabilidades que sucedan. ¡Sí! (nadie dijo que la vida sería fácil... ). Pues bien, se le conoce como “crisis de la edad media”, y por lo general se asocia más a los hombres con el tema, sin embargo, las mujeres también son propensas.
La psicóloga Geraldine Emiliani la describe como “una transición de la juventud a la madurez”. Y es justamente ese cambio el que trae ciertos cuestionamientos sobre lo que se ha logrado a esta edad, si se ha cumplido con todas las metas, sueños, anhelos, etc. Algunos cuestionamientos, según Emiliani, son:
- La realización. Si se siente plena como mujer, madre y profesional. Muchas se preguntan si son las madres que realmente querían ser, o si han logrado el éxito laboral que deseaban.
- El futuro cercano. Es ese miedo interno a lo que se avecina, como la muerte de los seres vivos, el envejecimiento, la menopausia y el no sentirse sola a medida que los hijos van creciendo.
Por otro lado, existen ciertos factores, además de la edad, que pueden influir en una crisis a media edad. Uno de estos, según explicó la experta, es el factor de la cultura, ya que algunas son más susceptibles que otras, y en este aspecto se puede mencionar aquellas frases como “te está dejando el tren” (en caso de que la persona no se haya casado), y también haber experimentado crisis psicológicas anteriores.
Por otro lado, las personas que ponen poca atención a lo que quieren de la vida y quienes están más pendientes del cuidado de otras personas son más propensos a experimentar una crisis, dicen los expertos. Por ejemplo, el esposo (sa) que utiliza todo su tiempo libre para estar con su familia y no realiza otras actividades de su gusto personal.
¿Cuáles son los síntomas?
La depresión, por lo general, es uno de los indicadores; “muchas no aceptan que el cuerpo se va envejeciendo y entonces recurren a las cirugías y a una temprana edad, como si esos cambios fueran eternos”, indicó la experta Emiliani. Por otro lado, se puede tomar como indicativo el excesivo ejercicio, por temor a engordar, o las dietas estrictas. Las que no se sienten realizadas como mujer, madre y profesional, o en una de estas categorías, podrían terminar en el consumo del alcohol, fiestas o diversiones alocadas.
Recomendaciones
Lo primero es la aceptación: reconocer que los años no se detienen, que la vida sigue su curso. “Que a los 40 aún se es joven solo con unos añitos de más”, opinó la experta. Adicionalmente, no está de más prepararse mentalmente. “Se es joven siempre, no importa la edad; la juventud está por dentro de sí. Reírse de la vida y de los años de más. No dejarse vencer por las arrugas ni por el tiempo”, concluye la especialista.