Guía de soluciones prácticas para el hogar

Lun, 01/11/2016 - 16:41
Foto: Kohler

Foto: Kohler

Como dice aquel dicho, “cada derecho conlleva un deber”. Ser dueño de una casa o apartamento puede traer muchos beneficios y gratificaciones, pero también muchas responsabilidades. Seguramente se te presentarán problemas que te robarán la calma por algunos segundos, minutos o días.

Esta es precisamente la situación que queremos evitar, así que elaboramos una guía práctica de soluciones para algunos de los problemas más frecuentes que se dan en casa. Toma apuntes y no los deseches, nunca sabes cuando los necesitarás.

Esas manchas en los muebles...

Puede ser que por estar despistada dejaste una taza de café o de té arriba de aquella hermosa mesita de madera, o quizás tus niños apoyaron un vaso con agua fresca. ¡No te desesperes! Si el mueble es de madera con su tinte original, es decir, que no está pintada de otro color, hay soluciones rápidas que podrás aplicar.

La primera es utilizar vaselina, úntala en la marca y déjala actuar por 24 horas, después recoge el exceso con un trapo seco. Si esto no funciona, prueba con la mezcla de limón y aceite de oliva. Debes aplicarla con un trapo seco, que no deje pelusa. Por último, puedes intentar remover la mancha con aceite de nuez. 

Dile adiós al óxido

Hay muebles de cromo que con el pasar del tiempo se comenzarán a deteriorar. Lo más común es que comiences a notar su apariencia oxidada. Para esto será necesario que raspes el óxido con una lana de acero. Ten cuidado de no rayar el cromo, debes procurar movimiento circulares y suaves. Una vez limpia la superficie, aplícale un pulidor para cromo o pintura cromo en aerosol.

¡Ups!, se regó la soda

Las alfombras parecen ser las mayores víctimas de la casa. La realidad es que son una superficie complicada para remover manchas, así que lo que importa de verdad es que actúes con rapidez. Puedes optar por mezclas de alcohol y agua, o alcohol y vinagre, esta última se recomienda para manchas de té o café. Si en cambio lo que se regó fue chocolate o alguna salsa, te conviene lavar la superficie con detergente neutro, por último enjuágala con alcohol.

Arrugas en la pared

Generalmente aparecen cuando no dejamos secar bien las capas de pintura que apliquemos, o cuando pintamos a temperaturas muy bajas o muy altas. Si en tu pared llegan a aparecer, lo que debes hacer es quitar con una espátula, la pintura desprendida, después debes lavar esa superficie y una vez que esté seca, podrás pintar nuevamente.

No quiero más portazos

Es posible que, por la ubicación de las ventanas en tu hogar, las corrientes de aire que se forman no colaboran con las distintas puertas de los ambientes. Para solucionar esto existen tres tipos de topes distintos a los cuales podrás recurrir para no escuchar más ese sonido fuerte y repentino: topes de puerta de poste fijo y de piso, que requieren taladrar la pared o el piso o puedes colocar unas bisagras en la parte superior de la puerta. Otra manera práctica de acabar con este fenómeno son los tacos de madera o de goma. 

Bendita humedad

Este es un componente que te traerá muchos problemas. Pueden aparecer hongos en las paredes o manchas por alguna filtración que haya en la cañería de tu casa. Si la situación es la primera, deberás lavar las paredes con agua y detergente y enjuagarlas bien. Después de acabar con la limpieza, debes aplicar algún producto fungicida antes de volver a pintar la superficie. Es importante que realices este paso, de lo contrario, los hongos volverán a aparecer. Para las manchas que son por filtración de agua, sí o sí deberás reparar la cañería para eliminar el problema de raíz. Una vez atacado esto, podrás pintar la pared con una capa de blanco sintético, luego lijarla y pintarla nuevamente. Un buen “tip” es aplicar un bloqueador de manchas antes de aplicar la última mano de pintura.

Destapar el cabezal de la ducha

Es posible que sientas que ha disminuido la cantidad de agua que cae del cabeza de la ducha en tu baño. Esto es simple acumulación de sarro. Para eliminarlo, puedes perforar con una aguja cada huequito o hervir el cabezal en vinagre.

 

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