Amor de papá

Jue, 06/25/2015 - 11:15

No hablo de ir corriendo a los centros comerciales en busca de la última corbata, tecnología o insignia deportiva. Hablo de darles el lugar apropiado que por muchos años fue desestimado y manchado de ser una figura que sólo provee económicamente, inflige castigo y promueve la disciplina.

Gracias a profesionales y medios sociales, se ha logrado que un padre sea mucho más que un solo “pregúntale a tu mamá” y que su presencia no sea opcional sino necesaria. Como terapeuta familiar, y mujer que fue bendecida de haber crecido con un padre excepcional, siento la responsabilidad de seguir recalcando su valía en la crianza.

Los estudios son claros. Los hijos que crecen con un papá presente enfrentan menos problemas de conducta, obtienen mejores calificaciones, son más sanos emocionalmente e inclusive llegan a ser mejores profesionales. No se trata de comparar con el rol de madre, sino de rescatar que el amor de ambos padres es imprescindible para el bienestar de toda persona. Existen muchas creencias erróneas sobre el aporte que dan los padres a sus hijos. Por ejemplo, el ser menos importante ya que “no participan” directamente en los primero nueve meses de vida de ese bebé. Pues todo lo contrario. El esposo que le pueda dar apoyo a la madre durante esos meses impacta directamente el bienestar de su hijo/a. A partir de los seis meses, su hijo/a escuchará su voz, aún estando allá adentro para luego reconocerlo. Además, la función paterna ayuda a evitar un apego excesivo entre madre e infante promoviendo límites que con amor, permiten que los bebés vayan reconociendo su individualidad poco a poco.

Otra creencia errónea es la de que los padres no “pintan” en el desarrollo emocional de sus hijos. Debemos dejar atrás la fachada de que papá es sólo una figura fuerte que no llora o expresa sentimientos vulnerables. Los invito a que reconozcan sus sentimientos y se permitan enseñárselo a sus hijos. Esto no los hará más débiles; al contrario, hará que se acerquen más a ustedes. Lo mismo vale para los abrazos y besos: no dejen de darlos, recibirlos o promoverlos a toda edad.

Si eres papá y te encuentras leyendo, sólo queda decirte que tu lugar en la vida de tus hijos puede ser tan significativo como lo desees. Este será mi primer día del padre sin tener el mío a mi lado y al final de cuentas, no me quedo con los errores, ni discusiones o momentos en que no estuvo. Recuerdo todos los momentos que compartimos, nuestras bromas, los grandes consejos que recibí y sobretodo, los “te quiero” y abrazos que nos dijimos y nos dimos. Soy quien soy gracias a ti y espero seguir reflejando todo lo que me enseñaste y en especial, ese amor de papá. Feliz día Papá.

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