Mirta Rodríguez

Mar, 12/29/2015 - 18:42
Conocida por haberle dado un giro fresco y joven al folclore, esta polifacética artista nos narró su trabajo en el programa típico más visto.
¿Cuál es tu vivencia favorita de Hecho en Panamá?
Hace casi 14 años que entré al programa y parece que fue ayer. Tengo muchas vivencias, ya que es un trabajo en el que aprendes muchísimo, es como una escuela en la que nunca dejas de estudiar. Cada lugar, cada momento, cada persona que conoces te enseña algo de nuestra cultura y esa es la verdadera esencia de ser panameño. Me acuerdo de un viaje a España, en donde me tuve que empollerar a las 4:00 a.m. frente al espejo de mis polvos, cuando me estaba arreglando nos dimos cuenta de que habíamos dejado mis zapatos en Panamá. Empollerada y sin zapatos en España, ¡ay madre! En ese momento quería matar al asistente de producción que estaba encargado de empacar todo lo necesario, pero hoy resulta ser un viaje inolvidable.
 
 
En alguna entrevista mencionaste que siempre quisiste ser artista, ¿pensaste alguna vez que sería en el género típico?
Mi mamá siempre me preguntaba qué quería ser de grande y yo le respondía que quería ser artista, me vi como la artista que podría ser entrevistada, no como la conductora de un programa. ¡Y tremendo regalo me dio Papá Dios! Una gran oportunidad que aproveché y que me ha dado grandes satisfacciones.
 
 
¿Por qué nunca aceptaste ser reina de Carnavales?
La verdad, sí me solicitaron y varias veces. La familia por parte de mi mamá es de Parita y ahí hacen buenos Carnavales. Pero nunca acepté, porque es una responsabilidad muy grande, no solo para la reina, sino para la familia completa. Respeto mucho a las reinas, ya que es un honor y no es nada fácil ni económico.
 
Cantas, compones y actúas, ¿cuál faceta disfrutas más?
Cantar me da vida, es como respirar para mí. Me llena, me hace feliz y siempre lo hago, es más, casi todo lo hago cantando en voz alta, siempre encuentro una canción para todo.
 
¿Qué es lo más difícil de conducir un programa de radio en el cual la mayoría del tiempo interactúas con público?
¿Lo más difícil? Es quedarme callada, ja, ja, ja, es que soy muy hablantina, como diríamos en buen panameño, hablo hasta por los codos. Y sí disfruto mucho de mi programa El Julepe, me encantar transmitir ánimo y alegría todas las mañanas.
 
 
¿Cómo divides el tiempo para cumplir con tus obligaciones profesionales y atender a tu familia?
Me salvo porque mi esposo es un padre excepcional; me ayuda muchísimo, me comprende y apoya. Ya con dos niños te imaginarás toda la organización que debemos tener, son dos bebes: mi hija que tiene 2 años y el bebé 2 meses. Pero me encanta, es maravilloso esto de ser padres.
 
 
¿Tienes algún consejo para las madres que trabajan?
Ser madre es lo mejor que me ha pasado en la vida, no se compara con nada, pero sabemos que hoy en día hay que trabajar, entonces la calidad de tiempo que les dediquemos a nuestros hijos es muy importante. Por muy cansados que estemos, debemos escuchar a nuestros hijos, amarlos y demostrárselos con nuestras acciones, pues somos su mejor ejemplo.
 
 
¿Qué costumbres interioranas les impregnas a tus hijos?
Mis hijos todavía son unos bebés, pero cuando le digo a mi hija vamos pa’ Monagrillo, se pone feliz y me responde ¡sí! Eso pasa cuando uno expresa amor a algo y ellos entienden lo importante que es, ella ya sabe del amor a mi tierrita Monagrillo.
 
 
¿Crees que las personas valoran las costumbres folclóricas?
¡Sí! Creo que el panameño las ama, es por eso que no les da pena lucir un sombrero pinta’o o una pollera, más bien se nos desborda el orgullo de ser panameños. ¡Eso nos caracteriza!
  • Compartir: