Maritza Rodríguez

Vie, 09/02/2016 - 14:31
Seguro has visto a Maritza en sus roles de villana. Pero está lejos de serlo, ella cuenta cómo es su vida con sus pequeños, su esposo, su faceta espiritual y la actuación.

¿Cómo ha sido la experiencia de ser madre?

Es fantástica, muy divertida, siento que cada madre vive la experiencia de la manera que se ha preparado mentalmente y cómo la quiere pasar. En mi caso, ha sido como un sueño hecho realidad.  Desde la procreación, tomé la decisión de ser una madre que está conectada desde la espiritualidad,  el amor, vivir la maternidad no de mi punto de vista sino desde el de ellos. Entonces, todo se vuelve supremamente divertido, amoroso, ni  tengo tiempo  de pensar en “qué sacrificio”, nada de eso. 
 

¿Qué experimentaste durante tu preparación como mamá que nadie te dijo?

De todo lo que me dijeron, nada, porque siempre me dijeron que no iba a dormir, que iba a ser horrible, que la relación cambiaba en el matrimonio, que los niños iban a estar brincando de un lado para otro, que iba a ser una etapa de locura. Soy estudiante de Kabbalah, desde hace seis años, y digo esta es una experiencia maravillosa que hay que verla de otra manera, puedo escribir la versión de ser madre pero diferente. Porque he escuchado a todas la mamás decir: “ay, qué sacrificio”, “ya no vuelves a dormir nunca más”, “ya tu vida deja de ser la tuya, tu vida cambió”, pero bueno, yo dije esto no puede ser así. A mí no me dio fastidio pararme a las 3 de la mañana, si dormía o no dormía; para mí todo fue tan divertido, de paz y armonía que así yo viví/ estoy viviendo la maternidad. Eso ha creado en mí paciencia, de hecho Akiva y Yehuda tienen dos años y “¿cómo se comunican?”. Se comunican como tú sientes, una vibratoria donde las palabras no existen, es un amor tan puro que las palabras  estorban. 

 

¿Cómo logras un balance entre el trabajo y pasar tiempo con tus pequeños?

El tiempo no me maneja a mí;  me preguntan “¿cómo haces para hacer todo?”. Bueno, estudio, escribo para mi blog, practico mis escenas, grabo, viajo con mi marido, estoy con los niños, duermo, hago ejercicios y dieta. No pienso en el tiempo, porque sino estaría  pensando que no me alcanzó, vivo un eterno presente. Me levanto todos los días a las 6:00 a.m., a veces las 5:30, y si los  niños están despiertos estoy con ellos o jugamos. Me baño con ellos, creamos una dinámica juntos, obviamente tengo mi hermana o alguien tendrá a la  niñera, una mamá o la abuela. Yo hago las cosas y no mido el tiempo, créeme que cuando estoy conectada con esa energía del amor, lo infinito,  de  que todo está en orden, es como si Dios administrara el tiempo, no yo.

 

Compartes con tus seguidores  fotos familiares en redes sociales, ¿cómo has aprendido a discernir qué mostrar?

No  me cuesta mucho mantener cosas en privacidad, la decisión de compartir mi vida con mis hijos en redes sociales, como decidí abrir mi canal de Youtube y tener un blog, es simplemente porque encontré una manera de vivir la maternidad de otro panorama y me gustaría compartirlo. Muchos se me acercan y preguntan, porque ven a una mujer completa, feliz, que tiene tiempo para todo, tiene un matrimonio en armonía.
 

¿Qué podemos ver en tu canal de Youtube?

Voy a desnudarme, ahí voy a ser una Maritza normal, la que está en la calle, no la artista ni la celebridad. Alguien que también se para en la madrugada y tiene un niño que la vomita, que no sabe qué hacer y las únicas herramientas que tiene son mantener la calma y el amor. No estar preocupada por el efecto, encontrar otro camino, desarrollar tu intuición.  Hay mujeres que no se atreven a tener esa vida, porque creen que no pueden.  

 

De todas las facetas que tienes en tu vida, ¿cuál otra te gustaría desempeñar?

Me encantaría escribir un libro, hacer conferencias y mantener el contacto más cercano con la gente, hacer cine. Yo no dejo de crecer y quiero compartir esos caminos porque creen que los famosos tienen una vida perfecta que todo cae del cielo y  no, todo se puede. 
 

¿Te has sentido identificada con algunos de tus papeles, especialmente los de villana?

No, cómo crees, ¡jajaja! Todas han sido asesinas, locas, obsesivas, con ninguna de ellas.
 

Has  mencionado que  habías adoptado algunas características de Teresa Cristina, de la novela “Marido de Alquiler”. ¿Qué pasó?

Lo que pasa con Teresa Cristina es que fue un personaje demasiado especial, obviamente pude descubrir tantos elementos actorales que a lo mejor pensé que no los tenía. Pude manejar el drama y la comedia de la mano, fue una experiencia muy linda. La gente en vez de odiar a Teresa, se reía de lo chistosa. Yo tuve un director que me ayudó muchísimo con ella, me arriesgué  a romper todo tipo de esquema y salió el resultado maravilloso. Pero no soy como ella, toda clasista por encima de todos, loca; tengo los tornillos bien puestos.
 

¿Cuáles desafíos has tenido con el papel de Amparo Rojas en el “Señor de los Cielos”?

He tenido desafíos bien interesantes en el campo actoral, como el profesional. En el actoral, entrar a una serie en donde todos son malos y ser la buena es como la mosca en el pastel, son elementos dentro de  una jungla que lo único que quieren es matarte. El personaje tiene una autoestima muy baja, entonces Amparo era una cosa  atípica a todo. Fue mi primer trabajo después del embarazo, cambiarme de país, estar con los niños, por suerte mi mamá y mi hermana me acompañaron para poder grabar muy tranquila. Los tiempos eran menos apretados que una novela. La manera en que se trabaja una serie no es tan pesada y pude estar más tiempo con los bebés. Fue una experiencia maravillosa, amo México y cómo la gente trabaja.
 

¿Te relacionas con este personaje porque es barranquillera?

No tanto asociarme de la barranquillera que soy, pero de pronto, la cultura ata. Los personajes, aunque se familiaricen por uno u otro  detalle, siempre busco que sean totalmente ajenos a mí.  Lo que sí me pasó es que la gente desconocía mucho ese acento, la gente decía: “ella habla venezolano, ¿de dónde es?”, porque están acostumbrados al colombiano que solamente es el paisa.
   

¿Cómo es tu postura frente al narcotráfico y violencia que están  expuestos en televisión?

Los tiempos cambian, nada está oculto. Obviamente hay más exposición,   hay más inmediatez, no hay tanto pudor. Las historias que escriben me parecen fabulosas, hay novelas clásicas aún, que son buenas también.
 

Te tengo que preguntar,  ¿qué hubieras hecho si hubieses estado en la posición de Kate del Castillo, de hablar con un narcotraficante?

Ahí ni comento, no me meto. Ni me sé la historia.
 

Tu nuevo proyecto es “Silvana Sin Lana”, ¿cómo ha sido grabar esta novela?

Fabuloso, porque es una comedia romántica, una telenovela donde los textos son ligeros, la puesta en  escena es tan ligera. Es muy cotidiana, me encanta Silvana porque es una mujer que resuelve. El elenco es bien juvenil, estar al lado de Carlos Ponce y  la maestra Barraza, no sabes cómo nos divertimos. 

 

¿Cómo es volver a trabajar con Carlos Ponce?

No pasaron los  años desde que trabajamos en “Perro Amor”. Es muy agradable, es como que ya se rompió el hielo. Nunca había tenido que repetir protagonista y me tocó, es fabuloso porque ya le conoces sus mañas. A mí me encanta Carlos porque es superdisciplinado, no sé si es porque es Virgo como yo, somos un grupo muy unido. Como una familia.

 

Eres una mujer muy espiritual, ¿te ha ayudado a tener una vida en equilibrio en los medios?

El tener una vida balanceada está lejos del ser artista, la tengo porque trabajo por ella porque quiero estar conectada con la luz. Sigo trabajando para tener un balance con mis emociones, eso no depende del exterior. Hay que empezar a conocerse, a cambiar el carácter, tu manera de pensar, ser más compasivo con la gente y con uno mismo.  
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