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Edgardo Serracín esclarece en qué consiste la iniciativa, por qué no es suficiente el contenido folklórico que hoy se enseña en los planteles, así como el impacto del folklore en la conciencia nacional.
El pasado 22 de febrero la Asamblea Nacional de Diputados aprobó, en primer debate, el Proyecto de ley 499, el cual busca que se imparta el Folklore como asignatura obligatoria desde preescolar hasta noveno grado.
La iniciativa nació en un aula de clases hace 11 años, como una idea de un grupo de licenciados en Folklore, graduados Udelas, quienes vieron la necesidad de llevar el tema más allá del espectáculo, a su esencia; para rescatar, resaltar, divulgar y mantener las costumbres, valores y manifestaciones folclóricas, que son parte de la identidad nacional. Tocando puertas académicas y políticas, lograron captar la atención del diputado Eric Broce en 2020, y así nació el Anteproyecto 038, que fue prohijado y pasó a ser el Proyecto 499, el cual podría llegar a convertirse en ley de la República.
El tema de impartir folclore en los centros de estudio, al igual que preservar y fomentar la herencia cultural no es algo nuevo en el país. Ya desde la década del 60 los esposos Zárate vieron esa necesidad e hicieron intentos para realizar un programa con contenidos folklóricos. También han surgido leyes, como la Ley 4 de 1988 para proteger el folklore. Sin embargo, los proponentes resaltan que, precisamente, lo que el proyecto busca es la obligatoriedad, porque el folklore ha sido un eje transversal para dar temas específicos y muy centralizado. La idea es llevarlo de forma sistemática, a través de una asignatura.
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Conversamos con Edgardo Serracín, Licenciado en Folklore y uno de los creadores de la propuesta, quien esclarece en qué consiste la iniciativa, por qué no es suficiente el contenido folklórico que hoy se enseña en los planteles, así como el impacto del folklore en la conciencia nacional.
¿De dónde nace la iniciativa y cómo ha evolucionado en estos once años?
La iniciativa nace en las aulas de clases de la Universidad Especialidad de Las Américas, año 2007, cuando la licenciatura en Folklore, generación 2005, comparte experiencias y, en esa búsqueda por fortalecer los conocimientos de temas folclóricos en los infantes y adolescentes, se propone encontrar la fórmula para ir más allá del espectáculo. La iniciativa ha logrado captar la atención de la ciudadanía, en especial la de padres de familia, estudiosos del tema folklore, docentes, quienes consideran de importancia que se imparta en los centros educativos, tanto oficiales como particulares, considerando que desde hace bastante tiempo se da en muchos centros particulares. Por el momento nos encontramos en espera del segundo debate (Proyecto 499), ley que propone el HD Eric Broce y cuyo propósito es que se incluya en los planes de estudio desde el preescolar hasta el noveno grado.
¿En qué consiste y qué busca la iniciativa?
La iniciativa consiste en insertar en los planes de estudio de la Educación Básica General la asignatura de Folklore. Tiene el propósito, en primer lugar, que desde el preescolar las niñas y niños de nuestro país inicien o tenga contacto directo con lo que lo representa como miembro de su entorno o comunidad en todo lo que concierne a sus manifestaciones o expresiones de su tradición, es decir, a lo que se practica en su región o su localidad desde y con ayuda de la escuela formal. De tal manera que al finalizar sus estudios de premedia conozca las generalidades y particularidades no sólo de las expresiones de su comunidad, sino también las del país. Con ese conocimiento, los estudiantes deben reafirmar su sentido de pertenencia y de identidad nacional.
¿Cómo definiría folclor y por qué es necesario que sea una asignatura obligatoria?
Consideramos, un compromiso con las futuras generaciones, sentar las bases para fortalecer aún más los valores que distinguen la identidad nacional a través de la asignatura de folklore inserta por Ley en los planes de estudio de la Educación Básica General de todos los centros educativos del país.
Es preciso hacer un análisis de lo que sucede en estos tiempos: Debo decirle primero que el tema no es novedad, desde 1943 ya se hablaba de Folklore y Educación, es más se realizó en ese año una reunión de países de América, fue aquí y se apostó a que se aprovechara las bondades de la practica folclórica con la formalidad de la escuela. Es por ello que por generaciones se ha tratado y logrado poco a poco.
Entre 1960 y 1974 los esposos Zárate comenzaron las iniciativas para introducir contenidos de folklore en las escuelas. En 1988 se crea la Ley 4 y en 2004 se prepara un programa para los bachilleres en turismo. En los estudios que previamente los proponentes y otros hemos realizado, de programas previos, encontramos que hacía falta organizar en detalle y por región, comarca todo lo concerniente a sus expresiones tradicionales, folclóricas por áreas por lo diverso y complejo de tales manifestaciones. No es suficiente ni eficaz lo que se imparte, por las siguientes razones:
- El tema folklore está inmerso en un área de asignaturas como educación física, artística, música, ciencias sociales.
- No siendo parte de la disciplina a la cual fue inserto el tema, el docente si no lo domina, lo omite (encuesta realizada).
- Los contenidos están orientados a estudiar y/o a prácticas de una o dos regiones, con lo cual se está trasladando manifestaciones de una a otra región, no solo desmeritando lo local, sino perdiendo una valiosa oportunidad de dar a conocer a otros la auténtica expresión folclórica de la localidad o región a quien imponemos la de otra.
¿Qué tipo de contenido es el que proponen, específicamente?
Para el logro del grado de licenciados en folklore, año 2009, se presentó un proyecto comunitario, 'Propuesta de Diseño Curricular y Guías para la asignatura de Folklore', la cual divide a la misma por áreas.
- Folklore General
- Folklore Social y Religiosidad Popular
- Folklore Material
- Folklore Narrativo-Poético
El mismo ha sido reformado y adecuado a las exigencias del MEDUCA 2012 con la transformación curricular y, en el año 2016 se adicionaron talleres. Debo decir que el documento de más 500 páginas está en el Ministerio de Educación en espera de respuesta, además se hizo como la herramienta que no existía y que sirviera como la base legal y sustento de la Ley 4 de enero de 1988, ya que creíamos que era lo único que faltaba.
Nuestra propuesta está dirigida a que se dicte desde el preescolar hasta noveno, sin embargo, debo acotar, que en mesas de trabajo realizadas existe el planteamiento de que se lleve hasta la universidad.
¿Por qué hacer una ley, aparte de la Ley 4 que protege el folclore o de la Ley de Cultura impulsada por el nuevo Ministerio de Cultura?
Como bien usted apunta, la Ley 4 de enero de 1988 es un gran soporte para la actividad folclórica y es la responsable de la gran cantidad de agrupaciones y asociaciones que se ocupan del tema; sin embargo, después de 33 años aún no logra lo que hace 78 años se propuso en Panamá: integrar los saberes del pueblo en la formalidad escolar y con ello alcanzar a cabalidad uno de los fines de la educación que es impulsar, fortalecer y conservar el folclor y las expresiones artísticas de toda la población, de los grupos étnicos del país y de la cultura regional y universal.
La Ley General de la Cultura, Ley 175, sancionada el 3 de noviembre del 2020, en su artículo 27 nos habla de la gestión que debe realizar el Estado en lo que se refiere a desarrollar una política del Folklore, y lo primero que menciona es el estudio de las expresiones folclóricas. Debo decirle que nuestra organización tuvo un protagonismo en la conformación final de tan apreciado instrumento legal, ya que se logró ubicar ese fondo y forma de pensamiento folclórico, en un sitial que en el proyecto original no poseía. Estamos en espera del llamado de MICULTURA ha participar en representación de 62 organizaciones del país en la reglamentación de la Ley 175 General de la Cultura.
¿Qué representa esta primera aprobación y cuál es la ruta a seguir?
Definitivamente, un gran paso, y la ruta a seguir ya está en marcha, pues ya tenemos programadas reuniones con el MEDUCA, como miembro del ejecutivo, ya que este proyecto es un propósito de Estado y debemos responsablemente hacer el trabajo en conjunto con las autoridades que corresponda; para así dar al país un proyecto, no solo consensuado, sino también con las herramientas necesarias para ejecutarlo en positivo.
¿Qué impacto prevén tendrá que se imparta folclore como materia en caso de que se apruebe como ley?
Reiteramos: cuando no solo practicas naturalmente en lo cotidiano tus manifestaciones culturales, sino que también lo estudias con las herramientas que te da la escuela formal, te haces más consciente de lo que representan esos saberes en los valores que conforman la identidad regional y nacional. Se desarrolla el apego y amor a lo propio, que frente a los embates de la globalización es el mejor escudo para contener una desvalorización y pérdida de la conciencia nacional.
¿Qué es lo más importante para rescatar, mantener y desarrollar en materia de folklore?
Organizarnos en una gran confederación de asociaciones y agrupaciones dedicadas con mucho amor a lo nuestro por años, con la finalidad de discutir y debatir temas que se tratan aisladamente. Empoderarnos, institucionalmente del tema Folklore, no solo para que tenga vigencia, sino también para estudiar con los métodos de la ciencia, hechos folclóricos, para que sean registrados y queden perpetuados para las futuras generaciones.
Por supuesto, aprobar el Proyecto de Ley 499 y desde la institucionalidad educativa, nuestro país sea a mediano plazo un gran laboratorio de investigaciones folclóricas. Los docentes enfocados y empoderados del folklore y su aplicación a la educación ayudarán grandemente al registro e investigación de muchas manifestaciones vírgenes que necesitan darse a conocer de manera educativa en cada uno de estos pueblos y comunidades, dándoles el valor y respeto a cada una de ellas.
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