- Entérate
Cada persona tiene distintas maneras de excitarse y hay quienes lo hacen con los pies.
La podofilia o fetiche de pies se refiere al interés sexual pronunciado por los pies. Las preferencias son tan variadas como formas y tamaños de pies que existen. Quienes sienten un atractivo especial por esta parte del cuerpo, logran sentir excitación, al verlos, lamerlos u olerlos.
Hay personas, en especial los hombres, que pueden sentirse atraídas debido a factores como la forma y tamaño, los dedos, tratamientos y calzados. Hoy en día este gusto se ha convertido en uno de los fetiches más comunes en el mundo e incluso las fotografías de pies se transformaron en un “negocio” cuyos consumidores no escatiman en gastos a la hora de hacerse del material que tanto placer les genera.
A partir de la cuarentena y los días de confinamiento, esta práctica sexual se vio afectada por la imposibilidad de tocar, oler y sentir los pies de otros dando paso a una oferta y demanda a través de algunas redes sociales y sitios en internet.
Leer más: Reglas para quienes dan y reciben sexo oral
Teorías del origen de este fetiche
Hay varias teorías sobre el origen de este fetichismo. Una hipótesis freudiana lo relaciona con las experiencias vividas en la infancia.
La ciencia también lo explica a partir de el hecho de que el pie y los genitales tienen áreas contiguas en el centro de dirección de actividad cerebral y se especula que pudiera haber enlaces entre los dos. También está funcionando que los pies y los genitales son áreas del cuerpo que suelen ir cubiertas y despiertan la atención de lo que no se descubre a simple vista, lo cual es excitante.
¿La podofilia es mala? ¿Debo esconderla?
Tener gustos sexuales forma parte de la intimidad y como tal, sólo tú tienes el derecho de compartirla.
Lo que no es sano es esconder que tienes un fetiche con los pies por vergüenza o culpa, porque no tiene nada de malo.
No se debe sentir temor porque puedas estar enfermo. Es natural que cualquier parte del cuerpo de tu pareja sexual llegue a gustarte de manera especial. Así como algunos se sientes atraídos por el cabello, el rostro, las manos y otras partes, también es aceptable que los pies causen atracción.
Cuando la podofilia se convierte en un problema
Se vuelve un problema cuando la podofilia en realidad es una parafilia, ¡allí sí hay que tener cuidado!, pues quienes tienen una parafilia a veces “dependen de manera obsesiva y permanente de ese fetiche” para lograr excitación.
Incluso, para llegar a ese climax, hay quienes llegan a invadir el espacio de alguna mujeres. ¡El acoso nunca es una opción!
Hacemos mención de esto, porque en redes sociales, distintas figuras públicas en Panamá han comentado que son acosadas por hombres cuando muestran sus pies, ya sea que estén disfrutando un día de playa, luciendo sandalias o simplemente probándose ropa descalza en un vestidor. ¡Eso no se hace!
Lo recomendable es buscar ayuda con un profesional en el tema.
Leer más: 11 recomendaciones para mejorar tu vida sexual
- Etiquetas:
- Pareja
- Psicología
- Sexo
- Sexualidad