Mar, 03/01/2016 - 12:53
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Hay algunos trucos que te servirán para eliminar este problema, eso sí deberás actuar rápidamente para que la tinta no se adhiera a la ropa.
Mancharse la ropa con tinta es bastante común, sobre todo cuando inicia el año escolar ya que los chicos muchas veces no tienen precaución y se meten los bolígrafos en los bolsillos de las camisas.
Pero tranquilas madres, hay solución para esto. Lo primero es actuar de inmediato ya que entre más tiempo demore la tinta en la ropa más difícil será quitarla. Seguido, necesitarás de un poco de paciencia y un quitamanchas, y por supuesto seguir los consejos que te vamos a dar.
- Ropa de algodón blanco. Un truco de nuestras abuelas, que sigue funcionando muy bien con las manchas normales de tinta, es remojarlas en leche tibia. Puede hacerse en un bol pequeño, frotando de vez en cuando la mancha con las manos y cambiando la leche si se tiñe con la tinta. Si quedan restos, se deja en remojo un par de horas. Después se aclara muy bien con agua fría y se lava normalmente.
- Ropa de algodón de color. En este caso, se frota la mancha con un algodón empapado en alcohol de 90º o alcohol metílico, hasta que desaparezca. Repite la operación cuantas veces sea necesario y cambia con frecuencia de algodón para no extender la mancha. Después, deja la prenda en remojo con agua y jabón y luego enjuaga con agua fría.
- Tinta indeleble. La única manera de eliminar la tinta de los rotuladores permanentes y tintas imborrables es frotarlas con un trapo de algodón blanco mojado en algún disolvente (puede ser desde el disolvente para pinturas hasta la acetona que usamos de quitaesmaltes).
- Tinta roja. Es más difícil de quitar que la tinta negra o azul, pero no suele resistirse a la mostaza. Se cubre la mancha generosamente con mostaza y se deja todo el tiempo que sea necesario hasta que se quite la tinta. Si la mostaza deja marca, se pone en remojo con un poco de amoníaco diluido en agua.
- En el cuero. Las pieles de color claro se frotan con leche o con limón, repitiendo cuantas veces sea necesario pero sin que llegue a calarse (es mejor dejar que se seque y seguir al día siguiente). Las pieles oscuras se frotan con zumo de limón o con un remedio muy curioso: el zumo de tomate crudo. Si quedan restos, se deja medio tomate sobre la mancha una media hora y, después, se pasa un trapo mojado en agua con zumo de limón.
- En lana. Lo más sencillo, y menos agresivo, con este tejido es poner un poco de leche en un cuenco e introducir en él la zona de la mancha hasta que ésta desaparezca. Si la mancha es considerable hay que vigilar y cambiar la leche a medida que se vaya tiñendo, porque puede dejar un cerco del color de la tinta alrededor de la mancha. Por último, se lava en agua templada con jabón para prendas de lana.
- De la seda. Si la mancha es fresca y la prenda es pequeña conviene ponerla en remojo con un litro de leche un poco rebajada con agua. Si la prenda es grande, entonces, se remoja en leche sólo la zona de la mancha, frotando de vez en cuando. Si se deja mucho tiempo, la leche se seca y deja mancha. Entonces habrá que batir detergente líquido con amoníaco y agua y frotarla con esto.
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