Si existe una pregunta que se hicieron las cadenas de televisión estadounidenses la semana pasada fue: ¿a dónde se fueron todos?
Y es que la semana pasada era quizás, una de las más esperadas a lo largo del año, ya que estrenaban nuevos programas y aquellos que habían sido exitosos regresaban con nuevas temporadas. Pero una vez más la verdad fue confirmada, y los índices de audiencia dieron como conclusión lo que todos sabemos pero nadie (en el mundo televisivo) quiere mencionar: hay cada vez menos gente que mira televisión, incluso cuando se trata de grandes estrenos.
De acuerdo con un reportaje de Ad Age, los números de rating de los programas fueron muy bajos, para nuevas y viejas producciones, presentando en promedio una caída de doble dígito con respecto a las audiencias interesadas hace un año para aquellos shows que renovaron temporada. Y si hablamos de los nuevos estrenos como lo fue Scream Queens, pues el panorama tampoco es alentador.
Business Insider revela que el demográfico de entre los 18 y 49 años de edad ha disminuido ya un 8%, y que del 92% restante hubo un 10% que no mostró el menor interés por ver los nuevos episodios estrenados la noche del martes. 20% de segmento juvenil (18 a 24 años) no encendió el televisor, y por supuesto, Netflix sigue ganando adeptos.
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Para que podamos situarnos en contexto, en la época dorada de la televisión un programa, con un nivel decente de expectativa, podía llegar a generar altas cifras de público. Por ejemplo, el capítulo estreno de Friends tuvo una audiencia de 21,5 millones de tele-espectadores. Sin embargo, la semana pasada, el programa con mayor tele audiencia fue Limitless con apenas 9,8 millones de personas.
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