Mié, 06/24/2020 - 10:09
- Educación
La forma en la cual se utilizan los recursos didácticos ayudan al estudiante a lograr un aprendizaje significativo, por asociación, especialmente en esta época de Covid-19 cuando deben aprender desde casa.
Ya muchos niños están recibiendo clases virtuales. Ha sido un proceso lento y complicado para muchos centros educativos, pero hay que seguir avanzando.
¿Te has preguntado cómo puedes ayudarle a tu hijo a estudiar, especialmente en estos tiempos de pandemia? La respuesta está en ayudarlo a pensar y asociar.
El aprendizaje memorístico nos ha acompañado por lo largo de nuestras vidas, mas no es el más adecuado. Este tipo de aprendizaje es aquel con el cual nos estudiamos el material repitiéndolo una y mil veces hasta que queda guardado en nuestra memoria. Pero no en la memoria a largo plazo, sino en la de corto plazo. Simplemente se repite, pero no se comprende. Quizás le preguntes a tu peque el plan que estudió el día anterior y te lo va a repetir, pero pregúntaselo un mes después o pídele que te lo explique... ¡puede ser a veces frustrante! No habrá rastro alguno o muy poco.
Ahora bien, quizás te digas: "Pero así aprendimos todos, ¿no?" Estás en lo correcto, sin embargo existen otros métodos y técnicas para aprender, como por ejemplo, por asociación.
El tipo de aprendizaje por asociación es el que más recomiendo, sobre todo en edades preescolares, ya que el niño aprende el contenido relacionándolo con su entorno y experiencias o vivencias diarias. Este método es el desarrollo de nuestro propio conocimiento a través de la asociación de una o más cosas o circunstancias.
Técnicas de enseñanza
Las técnicas de enseñanza se refieren a la forma en la cual utilizamos los recursos didácticos para así lograr un aprendizaje significativo por asociación. Desde la famosa cartulina hasta el marcador, hoy en día contamos con una infinidad de material didáctico que incluso puedes crear en casa.
Las técnicas de estudio permiten al estudiante hacer su trabajo de manera más eficaz y rápida para su mejor comprensión. Ahora bien, para aprender se necesita además motivación, dedicación, empeño y actitud. Pilares fundamentales para un buen aprendizaje.
Nuestros jóvenes necesitan aprender a analizar. Ya sea con películas (antiguamente teníamos que leer novelas), series, documentales, etc. Es fundamental despertar en ellos el interés por el análisis, fundamental en un futuro para desarrollarse en el entorno laboral.
Algunos consejos que le ayudarán a tu hijo a estudiar mejor:
- Ambiente/entorno. Es importante crear un ambiente adecuado para un mejor aprendizaje, lejos de distracciones. Un lugar en donde se puedan sentir cómodos.
- Alimentación y descanso. Los niños y jóvenes deben dormir lo necesario y alimentarse adecuadamente.
- Establecer un tiempo para estudiar. Sentarse por más de cinco horas a estudiar no determina un aprendizaje exitoso. Distribuyan el tiempo por asignatura, permítele levantarse en determinado momento, comer algo e incluso despejar la mente y volver a retomar el estudio. A veces pensamos que entre más horas estudie el pequeño, mejor será el resultado, pero esto no es del todo cierto. La vista se cansa, la atención se pierde y al final terminan solo repitiendo o escribiendo por escribir.
- Lluvia de ideas. El famoso “brainstorming”. Partiendo de un tema en específico, pídele que te brinde palabras o ideas que le vengan a la mente en ese preciso momento.
- Lectura comprensiva. Leer desde un párrafo hasta una novela. La lectura debe practicarse diariamente para que se convierta en un hábito. Al leer también se desarrolla la imaginación e incrementa el vocabulario.
- Fichas. Las famosas “flash cards” con imágenes favorecen a la asociación, independientemente del tema. Al momento de la evaluación o del ejercicio los pequeños podrán recordar fácilmente lo que han estudiado.
- Dibujo. No todos tenemos el mismo tipo de aprendizaje. Si sabes que tu hijo se destaca en el dibujo, entonces pídele que te ilustre la clase o lo que aprendió ese día en el colegio. Te asombrarías de ver los resultados.
- Películas. Así como lo lees. Quizá le han asignado una novela para leer, pero sabes que a tu hijo no le atrae mucho la lectura, entonces vean la película y a partir de allí formulen preguntas.