Estamos seguras que debes haber probado muchos trucos y tips de todas las revistas y páginas de internet para reducir el estrés que pudo haber estado acumulado en tu cuerpo y en tu espiritu. Pues queremos contarte otro y sumarlo a tu lista de probables remedios caseros y sin mucho esfuerzo... o quizás si, dependiendo de tu personalidad.
Según una nueva investigación, publicada en línea a principios de este mes en la Clínica Psychological Science, una de las maneras más fáciles de sentirse mejor acerca de todo el estrés que tienes acumulado en tu vida es este: Sólo tienes que ser educado.
La investigación fue realizada con 77 personas que en realidad habían sido reclutadas originalmente para otro estudio sobre los hábitos de consumo. Se pidió a los participantes a realizar un seguimiento de su estrés, salud mental, y los estados de ánimo mediante una encuesta en sus teléfonos inteligentes una vez al día durante dos semanas.
Pero además como parte de esa misma encuesta, se les preguntó sobre la frecuencia con que llevaban a cabo "conductas prosociales" cada día. Estos actos incluían cosas como mantener la puerta abierta para otra persona o pedir a los demás si necesitaban ayuda.
Los resultados arrojaron algo sorprendente pero que tiene mucho sentido. Los participantes que reportaron sentirse más estresados también informaron tener más emociones negativas y peor salud mental. Pero en los días en que los participantes con el estrés montado realizaban comportamientos prosociales, sus estados de ánimo no fueron tan negativos y tendían a evaluar su salud mental como más positiva en comparación con los días en que no eran tan útiles.
Las personas que eran excepcionalmente útil de los demás no tenían ninguna caída significativa en el nivel de estado de ánimo - incluso en días cuando se reportaron sentirse mucho estrés.
Ya sabes, de ahora en más, arma un bouquet de flores para llevar a la oficina, ábrele la puerta a alguien o regala algún chocolate. No solo te beneficiará a ti, sino que mejorara la convivencia con todos los que te rodean. ¡Que vivan los buenos modales!
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