
La gastritis constituye un problema médico frecuente y en ciertas épocas del año pareciera ocupar los primeros puestos de popularidad entre los ciudadanos panameños.
La Dra. Aitza de Pascale, médica general, asegura que esta es una patología presente todo el año y que la única temporalidad que se le puede adjudicar sería después de épocas festivas como las fechas navideñas o de carnavales.
En términos médicos, esta enfermedad está definida como la inflamación del revestimiento del estómago y puede ser de dos tipos: aquella que dura solo un corto periodo (gastritis aguda) y la que se alarga por meses o años (gastritis crónica).
Los vómitos y las náuseas, la inapetencia y el dolor o ardor en la parte superior del abdomen son algunas de las alertas que tu cuerpo sacará a relucir en caso de que tu estómago esté atravesando por alguna inflamación. Si ya existe un tipo de sangrado en el órgano, los vómitos estarán acompañados de una coloración oscura. Sin embargo, la Dra. Aitza de Pascale nos relató que en numerosas ocasiones los pacientes no les prestan la debida atención a estas manifestaciones, y dejan pasar el tiempo y luego afrontan consecuencias mucho más severas en el futuro. “Por lo general, algún tipo de molestia siempre hay; depende mucho de la interpretación de los síntomas que haga la persona y del umbral de dolor que tenga”, afirmó la doctora.
Por lo tanto, lo recomendado es que si presentas los síntomas ya mencionados, aunque sea de forma irregular, recurras a un médico de confianza.
Existen diferentes tipos de exámenes que podrán contribuir a tu diagnóstico. La endoscopia es el más común, consiste en la introducción de una camarita para poder visualizar el revestimiento del estómago, y detecta el grado de inflamación. El conteo sanguíneo completo también es otra de las pruebas más frecuentes, y consiste en el análisis de una muestra de sangre para diagnosticar anemia. Por último, se acude a la Prueba del Aliento, en caso de que la gastritis sea por una infección bacteriana; el procedimiento consiste en tomar un líquido viscoso y después soplar en un pequeño tubo.
Las causas de la gastritis pueden llegar a ser variadas. Si eres una persona que consume medicamentos como ácido acetilsalicílico (aspirina), ibuprofeno o naproxeno muy seguido, serás propensa a desarrollar este tipo de enfermedad. Otras causas de desarrollo son la ingesta desbalanceada de alcohol o la infección bacteriana del estómago (H. pylori). La Organización Mundial de la Salud afirma que aproximadamente la mitad de la población mundial está infectada con H. pylori. Indican que la bacteria está presente hasta en un 70% de las personas de los países en desarrollo y en un 20% a 30% de la población de los países industrializados. La gastritis también suele asociarse con enfermedades hepáticas y renales, sesiones de radio terapia y reflujo biliar.
Aunque puede llegar a ser una enfermedad un tanto incómoda, la gastritis es una patología con tratamientos ya establecidos. No tendrás que sentir muchas molestias antes de que tu doctor pueda recomendarte algún régimen para lograr tu bienestar. El tratamiento escogido depende, en la mayoría de los casos, de los síntomas que presentes. Según el canal “Te Cuidamos”, de la compañía MAPFRE, en varias oportunidades se recurre al uso de antiácidos y protectores gástricos para neutralizar el ácido del estómago y así, asegurar su curación. Si la gastritis se produjo por el contagio de la bacteria H. pylori, el tratamiento consiste en su erradicación. Para esto se recurre a una combinación de medicamentos que incluye inhibidores de la bomba de protones (inhiben la secreción de ácido gástrico) y antibióticos. Estos se suministran hasta poder comprobar que la infección ha desaparecido.
Sigue estos consejos para evitar la gastritis
La Dr. Aitza de Pascale nos brindó algunas recomendaciones para prevenir la enfermedad.
- Aléjate de los irritantes. El consumo prolongado de alcohol o de medicamentos antiinflamatorios como la aspirina irrita el estómago, facilitando la inflamación.
- Establecer un horario para las comidas. Es importante que la persona respete los horarios de las comidas. El organismo está acostumbrado a secretar el ácido gástrico a una hora determinada (por la costumbre de comer a tal hora). Sin embargo, el cuerpo libera ese ácido haya o no alimentos en nuestro sistema. Por lo tanto, si alteramos la hora diaria de nuestra comida, lo más probable es que nuestro estómago sufra irritación.
- Mantener una dieta sana. Las dietas balanceadas y la ingesta necesaria de agua ayudarán a prevenir cualquier tipo de irritación en la mucosa gástrica. En algunos casos particulares, se recomienda la disminución del picante o de algún aditivo que provoque malestar al individuo. Si has detectado molestia a causa de los aditivos, lo mejor es eliminarlos de tu dieta para prevenir que se repita el trastorno.