Canales, queso gouda, tulipanes, molinos y cerveza. Hay mucho que descubrir en esta hermosa ciudad que alberga museos famosos, como el de Van Gogh y la casa en donde se ocultó Anna Frank.
Ámsterdam tiene mucho que ofrecer y es una ciudad para recorrer a pie. Sus hermosos canales, protegidos por la Unesco, que miden 75 km y recorren todo el centro de la ciudad, se pueden disfrutar a pie, en bicicleta o en barco y el transporte público funciona muy bien. Desde el agua podrás ver las famosas casas danzantes que están a los bordes de los canales, muy pegadas unas a las otras.
El área conocida como Museumplein es el corazón de la cultura de la ciudad. Aquí se encuentran el museo de Van Gogh, que alberga la colección más grande de obras de este autor. A unos metros de distancia está el Rijsmuseum, el más grande del país. En el parque, entre los museos, está el famoso letrero Iamsterdam, donde se fotografían muchos visitantes. Las filas en que comprar entradas para estos museos son siempre larguísimas, por lo que es mejor comprarlas en línea.
La casa de Ana Frank, el escondite de ella y de su familia antes de ser descubiertos, arrestados y enviados a un campo de concentración, es un museo que vale la pena visitar y se llena con rapidez. Los boletos se venden en línea hasta dos meses antes de la visita.
El Bloemenmarket es un gran mercado de flores y de plantas y en su origen era un mercado flotante a orillas del canal Singel. Aquí puedes encontrar todo tipo de tulipanes, bulbos y flores, además de recuerdos de tu visita a Holanda.
Hay ocho molinos de viento en la ciudad. El más fácil de visitar es el Gooyer, que queda al lado de una reconocida y galardonada cervecería artesanal que, además, ofrece “tours” guiados.
La plaza Dam es la principal de Ámsterdam, y en ella se encuentran el Palacio Real, el Monumento Nacional y el Museo de Cera de Madame Tussauds, además de muchísimas tiendas y restaurantes.
Si llegas en la época de los tulipanes, no debes dejar de ver el famoso Keukenhof, un parque de tulipanes de 32 hectáreas, con más de 7 millones de bulbos de flores. Queda en las afueras de la ciudad y su temporada va de marzo a abril.
Para muchos, recorrer los famosos “coffee shops” en los que se puede consumir libremente marihuana resulta una visita interesante, y también llegar al cercano barrio rojo, donde está el museo del sexo. El área es muy visitada (a cualquier hora) por turistas de todas las edades.
Para los amantes de la cerveza, el “tour” de la cervecería Heineken, ubicada en la fábrica original, en el centro de la ciudad, será algo que disfrutarán, además de que la entrada incluye una cerveza al finalizar la visita.
Muy cerca, por tren, están Bruselas, Brujas y Luxemburgo, hermosas ciudades que puedes aprovechar para visitar en el mismo viaje. Hay vuelos directos desde Panamá en KLM y ocasionalmente salen ofertas de viaje a precios tan bajos como 361 dólares, con escala en Estados Unidos. Los panameños no necesitan visa de turista para Holanda si van por menos de tres meses.